El pasado 7 de julio se produjo un hito en la fábrica de Ford en Colonia: el mítico Fiesta, uno de los utilitarios superventas en las últimas décadas, dejó de producirse. En su lugar, y tras 2.000 millones de dólares de inversión, pasará a fabricarse el nuevo Ford Explorer 100% eléctrico, que empleará la plataforma MEB del Grupo VW.
El gigante alemán tiene un acuerdo con Ford para intercambiar plataformas y compartir trabajos en su camino hacia la electrificación de sus respectivas gamas, y eso podría derivar en una noticia que, no obstante, no está para nada confirmada.
Hablamos de crear un Ford Fiesta eléctrico, algo para lo cual la marca del óvalo necesitaría echar mano de la plataforma MEB Entry que dará vida al futuro utilitario eléctrico de VW, el ID.2. Un modelo que pretender irrumpir en el mercado a un precio inferior a los 25.000 euros.
Ford y VW, de la mano: ¿también con el Fiesta?
El jefe de Ford Europa, Martin Sander, dejó entrever una noticia que podría hacerse realidad en el futuro, aunque no de forma inmediata. «No se ha decidido nada, pero no lo quiero descartar», afirmó en una entrevista para Automotive News Europe.
Eso sí, el mismo Sander dijo hace pocos meses que Ford tendría que marcar bien los próximos pasos de la marca en su camino hacia la completa electrificación de su gama para el año 2030: «Debemos ser sabios en nuestras elecciones y decidir dónde gastar nuestro dinero. En este momento, con los actuales costes de las baterías, no veo un Fiesta eléctrico a corto plazo». No obstante, el ID.2 que usaría como base no está previsto hasta el 2025.
Ford se ha dado cuenta que los modelos más pequeños son menos rentables, sobre todo teniendo en cuenta los costes que implica cumplir con los estándares de emisiones actuales (y futuros, con la Euro 7 al caer). «Los vehículos más pequeños tienen un margen más pequeño. Nosotros no tenemos la capacidad de escala del Grupo VW o de Stellantis en Europa», afirma Martin Sander.
La cooperación de Ford y Volkswagen marcha por buen camino y no es para nada descartable el renacimiento del Fiesta. Eso sí, la marca norteamericana tiene claro cuáles son sus próximas metas: en Colonia, iniciar la producción del Ford Explorer, con la plataforma VW; y en Estados Unidos desarrollar su propia plataforma para coches eléctricos de cara al 2025, la cual se establecerá en Europa en su fábrica de Valencia.
«Tenemos una cooperación muy constructiva y positiva con VW. Nuestra prioridad es llevar nuestra propia plataforma y tecnología a Europa, porque realmente creo que estamos construyendo una plataforma muy competitiva», recalca del jefe de Ford en Europa.
Por el momento, además del Explorer, Ford trabajará para el 2023 en un nuevo «crossover deportivo» también basado en la plataforma VW. El Ford Puma eléctrico está también previsto para el año que viene, aunque de momento no hay detalles oficiales.
Ford también se aprovechará del futuro Caddy para tener una furgoneta compacta en su gama. Por el contrario, la marca del óvalo se encargará del desarrollo de un futuro Ranger que dará vida a un nuevo Amarok, de una furgoneta comercial Transit Custom que derivará en un VW Transport.
