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Francia se blinda contra los coches eléctricos chinos con ayudas según el nivel de emisiones de producción

A nadie se le escapa que la industria europea está bajo gran presión por los coches eléctricos llegados desde China. Unos modelos fabricados con unos menores costes, que de momento pueden acceder a las mismas ayudas públicas que los fabricados en nuestro continente. Pero Francia quiere poner la primera piedra de un nuevo modelo de incentivos que contabilizará las emisiones de la producción y transporte de cada modelo.

Lo ha confirmado el propio Ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, que ha indicado en declaraciones a la prensa gala que el nuevo bono ambiental,que entrará en vigor en enero de 2024, quiere hacer honor a su nombre, y de esa forma se otorgará la ayuda a los vehículos que emitan menos CO2 en su producción para evitar la entrega de dinero público a modelos producidos en otros mercados sin las regulaciones ambientales de Europa.

Según las emisiones que generen sus materiales, montaje o transporte, cada vehículo recibirá una «puntuación ambiental». Si esta puntuación, cuyo cálculo aún no se ha concretado, supera los 60 puntos, el modelo podrá optar a la ayuda pública del estado.

El Ministro francés ha indicado que: «Esta reforma nos permitirá reservar el apoyo público para los coches eléctricos que tengan la mejor huella ambiental. Se tendrá en cuenta la huella de carbono de la producción del acero, el aluminio y otros materiales necesarios para la fabricación de automóviles, como el cristal, así como la transformación y posterior ensamblaje de estos materiales».

También se tendrán en cuenta las condiciones de fabricación de la batería. Se valorará el tipo de vehículo (coche urbano, familiar) y su medio de transporte a Francia (barco, tren o avión) para de esa forma favorecer a los modelos fabricados en Europa.

Según la ministra para la Transición Energética de Francia, Agnès Pannier-Runacher: “La transición energética debe permitir la creación de fábricas y puestos de trabajo en Francia. Al imponer un criterio ambiental a los bonos ecológicos, le damos una ventaja a las empresas que hacen el esfuerzo por reducir su huella ambiental”.

Una medida que no afectará solo a los modelos de los fabricantes chinos, sino que también busca desincentivar la tendencia de algunos grupos europeos, como BMW, Tesla o Mercedes, de fabricar en China y exportar esos modelos a Europa.

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