La explosión del coche eléctrico en China ha pillado a algunos fabricantes sin haberse preparado, y esto ha comenzado a tener sus consecuencias. Es el caso de Mitsubishi, que a pesar de haber sido uno de los pioneros, no ha sabido mantener la visión y ahora ha tenido que cerrar sus operaciones en China por el derrumbe de la demanda de sus modelos.
El mayor mercado automovilístico mundial continúa liderando la transición a los coches eléctricos con unas tasas de adopción que no paran de crecer, al mismo tiempo que cae la demanda de coches con motor de combustión.
Según los datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, las ventas de coches eléctricos puros (BEV) alcanzaron más de 2 millones durante los primeros cinco meses del año, un 51,5% más que el año pasado.
Mientras tanto, CAAM informó que las ventas de modelos a gasolina o híbridos convencionales cayeron un 7% durante el mismo período. Una tendencia que los expertos indican que se acentuará en los próximos meses.
Los analistas estiman que este año las ventas de coches eléctricos a batería, sin contar híbridos enchufables, crecerán otro 27%, alcanzando el 32% de las ventas totales. Una cuota de mercado que las proyecciones colocan en el 50% para 2025.
Esta transformación está basada en las normas sobre emisiones que el gobierno chino ha puesto en marcha en un plan a largo plazo que busca reducir sus emisiones y la dependencia energética externa, y donde las administraciones además de poner freno a las ventas de coches con motor de combustión, han destinado miles de millones de euros en ayudas a la compra de eléctricos.
El coche eléctrico se cobra su primera víctima japonesa en China. Mitsubishi
Esta situación choca con la posición conservadora de los fabricantes japoneses, que han estado a un lado en un mercado donde los fabricantes de coches eléctricos se han disparado en los últimos años, así como la inversión de los grandes grupos tradicionales.
Uno de los que más ha sufrido esto ha sido Mitsubishi. La marca nipona logró alcanzar un pico de ventas en 2019 cuando registró 134.500 unidades en China. Pero desde entonces la línea ha sido totalmente descendente, acumulando apenas 34.500 unidades en 2022.
Incluso a la vista de las circunstancias, Mitsubishi lanzó una propuesta eléctrica, el SUV eléctrico Airtrek. Pero la recepción ha sido casi nula, vendiendo en los seis primeros meses del año apenas 515 unidades.
Aspectos que han llevado a la división china de Mitsubishi a echar el cierre, y suspender sus actividades en ese mercado, en un movimiento que muy posiblemente veamos también en otros lugares próximamente.
