Ni Austral, ni Espace, ni Rafale. El lanzamiento más importante de Renault de cara a los próximos años no será un SUV a pesar de la creciente popularidad de este tipo de carrocerías, sino un pequeño utilitario eléctrico de corte asequible que promete poner patas arriba el segmento B europeo: el nuevo R5, que regresará al mercado tras casi tres décadas de ausencia.
Adelantado por los concept cars Renault 5 Prototype y Alpine A290_β, nuestro protagonista rendirá homenaje a los clásicos R5 (1972) y Supercinco (1984) con un diseño retro-futurista que buscará conquistar a jóvenes y no tan jóvenes por igual. ¿Su receta para conseguir el éxito? Una estética atractiva, unas prestaciones competitivas y unas tarifas ajustadas que arrancarán de unos 25.000 euros antes de ayudas.
Si bien no se pondrá a la venta hasta el año que viene, Renault ya se encuentra testando el R5 en carretera abierta con unidades camufladas. Actualmente, la compañía está produciendo unos 60 prototipos en su Technocentre de Guyancourt, situado cerca de Versalles. Algunos periodistas franceses han tenido la oportunidad de visitar esta minifábrica para conocer de cerca todo el proceso… e incluso para ver el aspecto definitivo del coche.
Esta iniciativa forma parte de una ambiciosa estrategia de comunicación por parte de la marca gala, que es consciente de lo mucho que se juega con este modelo. Conocido a nivel interno por el apodo «Echo» (por aquello de los ecos del pasado), el R5 no sólo tendrá que plantar cara a la competencia autóctona (Citroën ë-C3, FIAT Panda, Volkswagen ID.2), sino también a nuevos rivales llegados desde China.
El Renault R5 se presentará a finales de año
Aunque los asistentes al evento del Technocentre no pudieron sacar fotos a los prototipos desprovistos de camuflaje, sí que han confirmado que se mantendrán elementos del concept como la tira que conecta los pilotos, así como los «hombros» ensanchados, inspirados directamente en el R5 Turbo «culo gordo» de los años 80.
Sus neumáticos tendrán unas medidas de 195/55 R18; además, contará con una toma de aire falsa en el capó que mostrará el nivel de carga de la batería. Su fabricación será 100% made in France, pues las baterías procederán de una nueva gigafactoría situada en Douai (donde también se producirá el propio coche), mientras que los motores se harán en Cléon.
Las informaciones previas indican que el R5 equipará un nuevo motor ePT-100kW de entre 125 y 150 CV, el cual se asociará a dos packs de 42 y 52 kWh de capacidad. Su autonomía superará los 400 km WLTP en su versión más capaz, y dispondrá de carga bidireccional. Su variante de altas prestaciones, el Alpine A290, reutilizará por su parte el propulsor de 218 CV (160 kW) del Megane E-TECH.
Fuente | Caradisiac
