En los últimos años, la movilidad eléctrica ha ido ganando terreno en España gracias a un esfuerzo conjunto de distintos actores del sector. Aunque los datos son esperanzadores, sectores como la recarga pública parece no estar logrando las tasas de crecimiento necesarias para una expansión más rápida, y por ejemplo, en lo que llevamos de 2023 la red apenas creció un 16%.
Y es que no hay más vueltas que darle. Si no hay red de recarga, no se venderán más coches eléctricos. El arco de clientes desde los más acérrimos tendrá dificultades de ampliarse a los compradores más pragmáticos, que son el grueso de las ventas.
La cuestión es que mientras que entre los equipos de carga domésticos la regulación es bastante clara, en la carga pública hay retos a superar, como la agilidad en la tramitación de los permisos o el suministro eléctrico de los nuevos puntos de recarga, así como la necesidad de fomentar el uso de la infraestructura existente.
Según los informes presentados por AEDIVE, a fecha de 30 de junio de 2023, España contaba con un total de 25.106 puntos de recarga operativos para vehículos eléctricos. El principal problema es que alrededor de 6.800 puntos de recarga están pendientes de puesta en servicio debido a requisitos regulatorios y trámites en curso. Algo que nos muestra de forma gráfica a urgente necesidad de seguir trabajando en la agilización de los procesos de tramitación y puesta en servicio para eliminar barreras en el desarrollo del mercado.
Desde algunos sectores se piden medidas para tratar de dar solución al problema. Por ejemplo, desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) indican que la Unión Europea se equivoca al plantear unos objetivos vinculantes para el despliegue de puntos de carga sin un régimen sancionador para aquellos estados miembros que los incumplan.
Estas regulaciones también deberían abordar otro de los problemas de las redes de carga públicas. Aspectos como las diferencias de precios dentro de una misma red, así como los caóticos sistemas para poder dar uso a un punto. App, llaveros, suscripciones…etc.
El acceso a los puntos también es un aspecto clave, ya que hay varias cuestiones que pueden provocar que un usuario no pueda acceder a una recarga que puede ser fundamental para continuar con su recorrido. Aspectos como la colocación de las tomas de carga, la distancia entre plazas, y sobre todo, la vigilancia del mal uso tanto por parte de otros usuarios de coches eléctricos, como la ocupación de plazas por modelos con motor de combustión.
Y es que no hay peor publicidad para el coche eléctrico, que encontrarse con los puntos ocupados por vehículos que no están dando uso a la red, que sumado al resto de retos nos indican que a pesar del imparable crecimiento del sector, queda todavía mucho trabajo por hacer.
