Las baterías siguen siendo el elemento más costoso de un coche eléctrico. A pesar de que los costes continúan bajando de forma progresiva gracias a la mayor escala y al impulso de químicas asequibles como la LFP (litio-ferrofosfato), las baterías se constituyen como el principal escoyo de los vehículos eléctricos de cara a alcanzar la paridad de precios con sus homólogos térmicos.
Con el objetivo de abaratar las tarifas de sus modelos cero emisiones, muchos fabricantes han comenzado a hacer un mayor hincapié en la eficiencia, pues un menor consumo de energía permite obtener la misma autonomía con un pack de menor capacidad. El mejor ejemplo lo encontramos en Tesla, cuyo Model 3 es toda una referencia en dicho apartado.
Sin embargo, hay algunas categorías en las que es prácticamente imposible utilizar baterías de pequeño tamaño, ya sea por las dimensiones del vehículo o por el tipo de uso que se le vaya a dar. Este es el caso de las pick-up, uno de los segmentos más importantes (probablemente el que más) del mercado estadounidense, donde gozan de una enorme popularidad desde hace décadas.
Chevrolet Silverado EV, Ford F-150 Lightning, GMC Hummer EV, GMC Sierra EV, Rivian R1T… Todas estas camionetas utilizan packs de gran tamaño. El máximo exponente de esta realidad es la nueva RAM 1500 REV, que emplea una batería de… ¡229 kWh de capacidad! Es decir, el cuádruple que un Volkswagen ID.3 Pro de 58 kWh.
El segmento de las pick-up es uno de los más populares en el mercado estadounidense
La camioneta del grupo Stellantis emplea celdas NCM (níquel, cobalto, manganeso) de origen LG Energy Solution. De acuerdo con Visual Capitalist, que ha utilizado datos de Benchmark Minerals Intelligence para realizar un análisis de costes, la batería de la RAM 1500 REV cuesta la friolera de 25.853 dólares (24.524 euros al cambio), representando por sí sola el 32% del precio del vehículo.
Dicho de otra forma, la batería de la RAM 1500 REV cuesta más que un Dacia Spring completo (19.990 euros), lo que nos permite hacernos una idea de lo cara que es… y de lo costoso que será reemplazarla en caso de necesidad. Esto nos demuestra que, a pesar de que por norma un vehículo eléctrico es más eficiente y respetuoso con el medio ambiente que su equivalente térmico, incluso entre los modelos cero emisiones sigue habiendo clases y alternativas mucho menos sostenibles que otras.
Fuente | Visual Capitalist
