Los coches eléctricos chinos seguirán siendo más baratos que los occidentales incluso si se fabrican en Europa

La Unión Europea acaba de iniciar formalmente una investigación para esclarecer si los competitivos precios de los coches eléctricos llegados desde China se deben a la concesión de subvenciones injustas por parte de las autoridades del país asiático, lo que supondría hacerle la competencia desleal a los fabricantes autóctonos. Bruselas no descarta la imposición de aranceles más elevados en caso de confirmarse este extremo.

Es por todos sabido que los automóviles fabricados en China gozan de unos costes más bajos que los occidentales, algo que normalmente se atribuye a una mano de obra más barata. Sin embargo, un estudio realizado por el banco suizo UBS revela que, al menos en el caso de la marca BYD, esta ventaja se mantendría incluso si fabricara sus vehículos en el viejo continente.

De acuerdo con el informe de UBS, BYD ha logrado afinar sus procesos de fabricación hasta tal punto que apenas necesita 5 horas para ensamblar un automóvil, mejorando notablemente a Tesla. Por otro lado, BYD no depende de socios externos para garantizar el suministro de componentes, ya que produce sus propias baterías y semiconductores.

A día de hoy, BYD fabrica internamente el 75% de las piezas de sus coches. Teniendo en cuenta estos dos puntos, un BYD hecho en suelo europeo seguiría siendo un 25% más barato de producir que un modelo occidental equivalente. Según calcula UBS, un BYD Seal procedente de China es un 35% más rentable que un eléctrico de Volkswagen.

BYD produce sus propias baterías y semiconductores

El coche eléctrico más asequible comercializado por BYD en Europa (al menos hasta la llegada del urbanita Seagull) es el compacto Dolphin, del que ya se han fabricado la friolera de 500.000 unidades en su país natal. En nuestro mercado está disponible con dos packs de 44,9 kWh (primer trimestre de 2024) y 60,4 kWh (cuarto trimestre de 2023) de capacidad, ambos con celdas LFP (litio-ferrofosfato) de tipo Blade.

La gama está compuesta por cuatro acabados:

• Active: motor de 95 CV (70 kW), batería de 44,9 kWh, autonomía de 340 km WLTP, carga a 7 kW AC y 60 kW CC. Desde 29.990 euros.
• Boost: motor de 177 CV (130 kW), batería de 44,9 kWh, autonomía de 310 km WLTP, carga a 7 kW AC y 60 kW CC. Desde 30.690 euros.
• Comfort: motor de 204 CV (150 kW), batería de 60,4 kWh, autonomía de 427 km WLTP, carga a 11 kW AC y 88 kW CC. Desde 35.690 euros.
• Design: motor de 204 CV (150 kW), batería de 60,4 kWh, autonomía de 427 km WLTP, carga a 11 kW AC y 88 kW CC. Desde 37.690 euros.

Fuente | Caradisiac