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El Volkswagen ID.3 pasa con sobresaliente la prueba de los 100.000 km

El club de automóvil de Alemania, ADAC, ha completado una prueba de larga duración con el Volkswagen ID.3. Un test pensado para conocer el rendimiento del compacto eléctrico, que ha logrado una excelente puntuación, principalmente en cuanto al estado de la batería.

Para la ocasión, el ADAC ha colaborado con los ingenieros del centro de pruebas y tecnología de Landsberg am Lech, donde comprobaron periódicamente el rendimiento del ID.3 durante las pruebas de conducción. El ADAC examinó ocho criterios principales y más de 300 subcriterios, abarcando desde tecnología y seguridad hasta la conducción y conducción e impacto ambiental.

Durante la prueba de resistencia, el ID.3 recibió varias actualizaciones de software. Además de varias correcciones de errores, las actualizaciones trajeron, entre otras cosas, un aumento de la potencia de carga hasta 160 kW reales. Según la marca, las actualizaciones también tuvieron un efecto positivo en el consumo y, por tanto, en la autonomía. En particular, el nuevo software ha mejorado significativamente el consumo de energía en viajes cortos y con temperaturas invernales de 0 a 5 °C.

En el apartado de la carga, indican la ausencia de un sistema de pre-climatización de la batería que permitiría acelerar los tiempos de recarga rápida en los meses de invierno. Un sistema que no está disponible, pero que se espera se añada en una futura actualización.

Destacan el buen rendimiento del control de crucero adaptativo con función de centrado de carril («Travel Assist») así como la excelente iluminación matricial LED y el generoso espacio interior. Algo que destacan que contribuye a un viaje más cómodo para os ocupantes.

El ADAC también ha dado buena puntuación al planificador inteligente de rutas, que también fue actualizado en el ID.3. En un trayecto más largo, planifica las paradas de carga para llegar al destino lo más rápido posible: además del estado de carga de la batería, el sistema también tiene en cuenta la situación actual del tráfico y las previsiones. El análisis de las paradas de carga se realiza de forma dinámica y depende del rendimiento de los cargadores.

Entre los puntos negativos, se critica especialmente el aspecto de la calidad de los materiales y los llamados controles físicos para ajustar la temperatura y el volumen debajo de la pantalla central: el ajuste deseado no se puede realizar con precisión, y por la noche es difícil encontrar los controles porque no están iluminados. Los controles táctiles en el volante resultan ser aún más incómodos: los botones están entumecidos y son difíciles de usar, y no es raro que den fallo.

El sistema de info-entretenimiento tarda mucho en iniciarse y siempre hay un “segundo de reflexión” durante el funcionamiento hasta que el sistema procesa la entrada del dedo a través de la pantalla táctil.

Volkswagen ID.3 después de 100.000 km

Estado de la batería según dos métodos de análisis diferentes

Pero sin duda el aspecto más interesante de la prueba era conocer el estado de la batería después de 100.000 km.

En este caso, el ADAC ha indicado que para lograr alcanzar ese kilometraje lo antes posible, han realizado repetidas sesiones de carga rápida hasta el 100%. Y el resultado es bastante mejor de lo que habríamos pensado en estas circunstancias, y después de dos años y medio, el pack de 77 kWh mantiene el 93% de su carga original.

Esto se traduce en que con una conducción moderada, el VW ID.3 puede alcanzar una autonomía de unos 400 kilómetros en autopista, mientras que con temperaturas bajo cero la cifra puede bajar hasta una cifra de entre 300 y 320 km. Por autovía y en el frío invierno alemán.

Sobre el mantenimiento, los técnicos del ADAC indican que después de 100.000 km, un vehículo convencional con motor de combustión habría necesitado al menos tres revisiones (cambios de aceite, etc.). Pero el VW ID.3 solo necesita una revisión cada dos años, independientemente del kilometraje.

En este caso, la unidad de pruebas contaba con 74.271 kilómetros cuando llegó el momento de realizar su primera revisión. Un trámite que indican, ha tenido un coste más elevado de lo esperado, 500 euros, y donde recomiendan pedir varios presupuestos en diferentes concesionarios ya que la diferencia puede ser sustancial.

Durante este tiempo, el coche no ha tenido problemas mecánicos, y solamente se indica un imprevisto en el eje trasero, que producía un chasquido fruto de un eje de transmisión defectuoso. El problema se solucionó en garantía, sin embargo, fueron necesarios dos intentos para lograr su reparación. Lo peor es que a los 100.000 km, el ruido ha regresado.

La conclusión es que el ID.3 es un coche extremadamente fiable, con algunas lagunas en cuanto a calidad del interior, que muchos indican está muy por debajo del veterano Volkswagen e-Golf, con un sistema de info-entretenimiento muy mejorable, pero un modelo que puede moverse con soltura por la ciudad, con un radio de giro sorprendente, y capaz de afrontar largos viajes por su amplia autonomía y carga rápida.

Una propuesta que tiene en el precio su principal punto débil. Y es que la única versión de batería de 77 kWh, la Pro S, arranca en España en los 48.635 euros. Apenas 1.000 euros menos que el Tesla Model 3 Long Range (678 km WLTP) y casi 10.000 euros más que la variante Standard de la berlina americana, que se coloca muy cerca por autonomía, 554 km frente a los 559 km WLTP del ID.3.

Fuente | ADAC

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