¿Cómo puede un camión eléctrico cargar en el tiempo de repostaje de un diésel? Con cambio de baterías

Uno de los grandes retos de la electrificación es el transporte pesado. A pesar de que cada vez hay baterías de mayor capacidad y mayores autonomías, los costes de los mismos y el peso suponen retos por superar. Ahora un proyecto en Alemania busca desarrollar una alternativa con una tecnología veterana, pero con un enorme potencial en este sector. Los sistemas de cambio de baterías.

La idea sobre el papel es sencilla. Aplicar un sistema que ya se está usando con los coches eléctricos como son estaciones donde las baterías descargadas se sustituyen por unas cargadas, y que está siendo probado en condiciones reales por el proyecto eHaul de la Universidad Técnica de Berlín.

La iniciativa cuenta con dos camiones eléctricos adaptados que circulan diariamente entre las localidades alemanes de Dresde y Berlín. Estos camiones en lugar de parar en una estación de recarga, sustituyen los packs por unos ya cargados en una operación que según los responsables del proyecto, no supera los tiempos de repostaje de un camión diésel. Una solución que indica: «podría resultar económica para las empresas de logística».

Los modelos usados cuentan con una batería de una capacidad dentro de la media, 440 kWh, divididos en dos packs de 220 kWh cada uno. Pero desde el proyecto se indica que esto puede escalarse según las necesidades de cada cliente, por ejemplo, con baterías más pequeñas, ligeras y económicas, que compensan su menor autonomía con los rápidos tiempos de sustitución.

Un formato que tiene grandes beneficios, como la posibilidad de reducir la potencia de carga necesaria para recuperar la energía en cada pack. Incluso se pueden aplicar técnicas como la carga bidireccional, para exportar energía de las baterías almacenadas cuando la red necesite una ayuda extra para cubrir picos de demanda.

También clave la cuestión de los costes. Según el proyecto, el coste total de propiedad se coloca a la altura de los modelos eléctricos a batería, a los diésel, pero supone una alternativa mucho más económica que los camiones a hidrógeno.

El principal reto es el de su expansión. Y es que es necesario que los fabricantes de camiones se pongan de acuerdo con un formato para que sea algo más que una aplicación de nicho de mercado muy concreto.

Vía | Electrive