Elon Musk, CEO de Tesla, ha anunciado que la compañía comenzará a fabricar su plataforma eléctrica de nueva generación a finales del año que viene, confirmando con ello las filtraciones que en los últimos días indicaban que su esperado coche eléctrico de acceso vería la luz a mediados de 2025. Sin embargo, el empresario ha sido cauto con la fecha de lanzamiento.
«Nuestro calendario actual dice que comenzaremos la producción a finales de 2025, en algún momento de la segunda mitad [del año]», ha señalado Musk durante la conferencia sobre los resultados del cuarto trimestre de Tesla. Teniendo en cuenta el larguísimo historial de retrasos de la marca, esta prudencia en sus estimaciones no debería pillarnos por sorpresa.
El ejecutivo advierte de que escalar la producción de la nueva línea de montaje, que califica como revolucionaria, no será fácil. «Realmente necesitamos que los ingenieros vivan en la línea». Esta afirmación, que no hace sino dar la razón a los que critican las condiciones laborales ofrecidas por el fabricante, nos retrotrae directamente al conocido como «infierno de producción» que sufrió Tesla en 2017 y 2018 con el Model 3.
Conocido internamente por el nombre en código «Redwood», el primer modelo asentado sobre la nueva plataforma será un crossover compacto (segmento C) situado un peldaño por debajo de los Model 3 y Model Y. De acuerdo con el directivo, superará las ventas combinadas del resto de la gama, constituyéndose como el principal artífice del crecimiento de la empresa en los próximos años.
El crossover compacto de Tesla tendrá un precio objetivo de 25.000 dólares
La nueva plataforma, conocida como NV9X, promete costar la mitad que la utilizada en los Model 3 y Model Y, algo que será posible gracias al empleo de nuevos procesos de producción punteros. «Tanto el diseño […] como las técnicas de fabricación están muy por encima de cualquier otra cosa presente en la industria».
Su precio objetivo es de 25.000 dólares, si bien habría que hacer hincapié en que esta cifra es «a la americana»; es decir, sin incluir impuestos. En el mercado europeo bien podría costar 30.000 euros, una cifra muy competitiva para un vehículo de su categoría. La diferencia respecto al Model 3, que actualmente parte de los 39.760 euros, sería bastante notable.
Todo apunta a que se ensamblará en cuatro ubicaciones diferentes: China, España, India y México. A pesar de que las negociaciones para levantar una gigafábrica en Valencia están muy avanzadas, Musk no descarta ampliar sus instalaciones alemanas (Giga Berlín) para que acojan el nuevo modelo.
Fuente | InsideEVs
