Además de una competencia cada vez más dura, la producción de coches eléctricos de Volkswagen sigue bajando también por culpa de un grave problema, la falta de algunos componentes clave como los motores eléctricos que salen de la planta de Kassel. Por eso, la fábrica de Zwickau ha tenido esta semana que volver a reducir su capacidad de producción, algo que se ha extendido a la planta de Skoda en la República Checa.
Un portavoz de Volkswagen confirmó al diario alemán Handelsblatt, que la producción en Zwickau se encuentra actualmente ralentizada por esta situación, lo que ha supuesto tener que reducir los turnos de mañana, tarde y noche y sólo se trabajan tres días a la semana en lugar de cinco.
Los modelos afectados son los ID.4 e ID.5, así como el Audi Q4 e-tron. Se espera que la reducción de la producción se mantenga durante las próximas semanas, aunque no hay fechas concretas para ello.
Según el informe, la producción del Enyaq en la planta principal de Škoda en Mlada Boleslav sigue siendo moderada debido a la falta de motores eléctricos. Ya en noviembre y diciembre, este problema provocó restricciones en la producción de eléctricos, tanto en Zwickau, Emden y Mlada Boleslav.
El cuello de botella está relacionado con el nuevo motor APP550, que se fabrica en la planta de componentes de Volkswagen en Kassel. Según los expertos, se produjeron errores durante la puesta en marcha de una línea de producción, por lo que se pudieron fabricar allí muchos menos motores eléctricos de los planificados, estando según los medios alemanes, la capacidad por debajo del 30%.
Un portavoz de la división de componentes confirmó en noviembre al periódico Handelsblatt que la producción de motores eléctricos «por el momento sólo es posible de forma limitada«. Lo peor es que estas mismas fuentes indicaban que Volkswagen no sabe cuándo se resolverá completamente la situación, y algunos rumores indican que no se logrará al menos hasta este próximo verano.
Volkswagen no solo lucha contra la falta de motores en la producción de coches eléctricos, sino también contra la débil demanda.
El ID.3 y el Cupra Born, que salen de la línea de producción en Zwickau, no se vieron afectados por el cuello de botella del motor al usar la anterior generación. Sin embargo, la marca alemana cerró en diciembre la producción de ambos coches compactos en Zwickau y Dresde por culpa de las bajas ventas.
Una situación que ahora Volkswagen está intentando solucionar con bajadas de precios importantes, que les permita volver a crecer en cuanto a matriculaciones en un mercado europeo donde cada vez hay más competencia, y donde cada pocos meses vemos la llegada de un nuevo fabricante chino.
