Si por algo se caracteriza Tesla, es por ser el Julio Salinas de los fabricantes de coches. Capaz de lo mejor, y de lo peor. De hacer fácil lo difícil, y difícil lo fácil. El penúltimo ejemplo es la Cybertruck. Su flamante camioneta eléctrica de diseño irrepetible, que cuenta con una lista de espera inabarcable, pero que después de años de retraso, está llegando a sus propietarios con ridículos fallos en su construcción.
Y es que nadie duda del valor y la valentía de Tesla, que por méritos propios se ha convertido en muy poco tiempo en una de las referencias del centenario sector del automóvil. Pero mientras que sus ventas y producción no paran de crecer, también lo hacen los errores que amenazan con tirar por tierra lo logrado con tanto esfuerzo.
Estos días estamos viendo como las primeras unidades de la Cybertruck está llegando a los propietarios más allá de los trabajadores de la propia Tesla, lo que nos permite asomarnos a análisis algo más independientes. Algo que nos muestra realmente las calidades de esta extravagante propuesta.
En general, las primeras impresiones de la Cybertruck parecen algo decepcionantes. No tiene la autonomía inicialmente anunciada, de 800 km a 547 km EPA, y además sólo está disponible en configuraciones muy limitadas, y es considerablemente más cara de lo inicialmente anunciado.
Los graves fallos de construcción de la Cybertruck
En el foro CybertruckOwnersClub, uno de los primeros propietarios externos de Tesla ha escrito una reseña de la unidad que le han entregado donde dice: «Calidad de construcción general: Algunos paneles desalineados si miras de cerca, el intermitente derecho tiene algunos fallos«.
En las fotos que ha publicado, podemos ver como el panel de la carrocería tiene algunos extraños en la zona posterior donde el cuerpo se une con la zona de carga.
Hay una holgura notable que comienza cerca del interior y va creciendo según se acerca a la parte trasera. Por supuesto, algo que puede estar afectado por el ángulo de la cámara. Otras fotos de los mismos paneles, pero desde otros ángulos, parecen mostrar unos huecos algo menos exagerados. Sin embargo, según indica el propietario, «Una imagen con una regla a la vista muestra aproximadamente un octavo de pulgada de espacio entre las dos piezas«.
Sin duda, se trata de un problema que cualquier empleado de Tesla tendría que divisar a simple vista en una inspección al salir la unidad de la línea de producción.
Tanto o más grave es el problema del intermitente. Y es que, según indica el propietario, este no funciona aproximadamente el 30% de las veces que lo pulsa. Algo que debería tener una solución más fácil que el problema de los paneles mal alineados, pero que de nuevo pone sobre la mesa la absoluta falta de control de calidad en Tesla.
Detalles más o menos importantes, en un modelo que como recordamos, cuenta con una pequeña capacidad de producción, por lo que su control de calidad no representa un reto demasiado grande. Pero en lugar de eso, Tesla prefiere mantener su política de solucionar los problemas más tarde, que supone un riesgo para su imagen de marca.
Fuente | Cybertruck owners club
