Presentado en su prototipo con un sistema de propulsión turbo diésel en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2009, el BMW i8 llegó al mercado en 2014 como un buque insignia de la nueva gama de vehículos electrificados i de BMW de la mano de un sistema híbrido enchufable. Una propuesta modesta en lo mecánico, pero radical en cuanto a diseño, que dejó de fabricarse en 2020. Pero antes de su adiós, BMW estaba planificando un sucesor. El i16.
Como recordamos, el i8 pasó sin pena ni gloria por el mercado y con el único objetivo de ser un modelo representativo sin grandes expectativas de ventas. Algo que tampoco sería fácil de lograr con una configuración muy poco ambiciosa, donde encontramos un motor gasolina de tres cilindros turboalimentado de 1.5 litros acoplado a un motor eléctrico de 131 CV que se alimenta de una batería en su primera generación de apenas 7.1 kWh, que luego creció hasta los 11.7 kWh, y que le permitía moverse en modo eléctrico hasta 37 km bajo el viejo ciclo NEDC, o 50 km con la nueva batería.
El resultado era un coche rápido, 4.4 segundos hasta los 100 km/h, y muy eficiente con un consumo medio que según la web Spritmonitor, que mide el consumo real de los usuarios, en modo híbrido era capaz de hacer los 100 km con apenas 5.5 litros. Algo fuera del alcance de sus rivales de segmento. Una cifra que por supuesto se disparaba una vez se terminase la carga de su pequeña batería.
Un i8 que ha visto como los rumores y los constantes cambios de parecer de BMW le han otorgado desde una versión 100% eléctrica, una a hidrógeno, y también una segunda generación, el i16.
BMW i16: el sucesor que nunca llegó
Mantenido en secreto durante cuatro años, el BMW i16 se ha hecho ahora público de la mano del diseñador jefe de BMW, Domagoj Dukec, que ha publicado en las redes sociales una serie de fotos del diseño final de este deportivo que murió precipitadamente por culpa de la pandemia y los recortes que afrontaron las marcas de coches.
Es una evolución fiel del concepto Vision M Next que BMW reveló en 2019, aunque con algunas revisiones estéticas y prácticas para acercarlo a su fase de producción y homologación.
Dukec describió el i16 como si tuviera «todo el estilo de un futuro clásico» y notó la influencia del M1 diseñado por Giorgetto Guigiaro en su silueta angular con cabina delantera, arcos traseros ventilados y tapa del motor con lamas.
El i16 fue concebido para utilizar la estructura de fibra de carbono del i8, sin duda en un intento por reducir los costes de desarrollo y así reforzar su viabilidad, pero no está claro si habría usado el mismo tren motriz híbrido enchufable.
Finalmente los previsibles elevados costes de su producción, las bajas expectativas de ventas después del fracaso del i8, y el estallido de la pandemia del coronavirus, terminaron con el sueño de lanzar un sucesor que como vemos, estaría a la altura de las expectativas al menos en cuanto a aspecto.
Un BMW i16 que los rumores indican que podría tener una segunda oportunidad en un futuro no muy lejano, y que podría hacerlo de la mano de la nueva plataforma Neue Klasse que comenzará su producción en 2025, y que contará con al menos 6 representantes.
