Los servicios de asistencia noruegos confirman que los coches eléctricos arrancan mejor con frío extremo que los térmicos
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Publicado: 12/02/2024 13:44
Noruega se constituye en la actualidad como el mercado con mayor cuota de coches eléctricos del mundo. El año pasado se matricularon un total de 104.590 BEV (Battery Electric Vehicles) en el país, lo que supuso una participación del 82.4%. Además, a esto tendríamos que sumar 10.169 híbridos enchufables, lo que eleva esta cifra al 90%.
El éxito de este tipo de vehículos en Noruega contrasta con la extendida creencia de que los coches eléctricos tienen un peor rendimiento en climas fríos que los modelos con motor de combustión interna. Un mito que acaba de ser desmentido por la empresa de asistencia en carretera Viking, que ha revelado que en realidad resultan menos problemáticos en estas condiciones.
Durante el mes de enero, Viking prestó servicio a unos 38.000 automovilistas, de los cuales 8.795 conducían un eléctrico; es decir, un 23%. Recordemos que actualmente los eléctricos suponen el 24% de los coches en circulación por las carreteras noruegas, por lo que este porcentaje resulta completamente normal.
Sin embargo, la proporción resulta mucho menor si nos ceñimos a los problemas de arranque: de 16.410 llamadas, sólo 2.273 se correspondieron con eléctricos, apenas un 14%. Por otro lado, en el 45% de los casos se debió a la batería de 12 voltios. También hubo 289 personas que tuvieron problemas para desconectar el cable de carga y 309 que se quedaron sin batería.
Los coches eléctricos dominan por completo el mercado noruego
«Llegamos a la conclusión de que el coche eléctrico se comporta significativamente mejor que el coche térmico medio en términos de problemas de arranque con frío. Es un descubrimiento sorprendente desde el punto de vista de la impresión que se da en general», señala Svein Setrom, Chief Network Officer de Viking.
Como bien explicaba hace unos días mi compañero Adrián, el principal problema al que se enfrentan los coches eléctricos en climas fríos es que las reacciones químicas de la batería se ralentizan, lo que se traduce en una pérdida de autonomía. Además, el gasto energético derivado del uso de la calefacción se dispara.
De los dos tipos de baterías mayoritarios, las LFP (litio-ferrofosfato) son más sensibles al frío que las NCM (níquel, cobalto, manganeso). Esto podría cambiar en los próximos años con la popularización de las baterías de sodio, ya que ofrecen un rendimiento muy superior a las de litio en temperaturas extremas; por ejemplo, el nuevo JAC Yiwei EV equipado con unas baterías de sodio de origen HiNa retiene el 92% de su capacidad a -20º C.
Fuente | Elbil24