Recientemente, Maserati tomó la decisión de posponer el lanzamiento del Quattroporte eléctrico, cuyo debut estaba previsto para el año que viene. De acuerdo con un portavoz de la compañía, el proyecto será completamente revisado debido a la rápida evolución que está experimentando el mercado de los sedanes, motivo por el que la nueva generación de la histórica berlina no verá la luz hasta 2028.
Davide Danesin, ingeniero jefe responsable del Quattroporte, ha confirmado al medio británico Autocar que se está evaluando utilizar una versión alargada de la plataforma del GranTurismo Folgore en lugar de la STLA Large, que se estrenó recientemente con el Dodge Charger Daytona. «No estoy diciendo que no vaya a ser [la STLA Large]. Creo que lo que buscamos es optimizar lo que ya está disponible».
El GranTurismo se asienta sobre la plataforma Giorgio Sport, derivada de la Giorgio de los Alfa Romeo Giulia y Stelvio. Aunque se han conservado algunos conceptos básicos (véase la geometría de la suspensión delantera), hay numerosos cambios entre ambas arquitecturas. «Internamente la llamamos Giorgio Sport porque está compuesta en un 60% de aluminio, mientras que la Giorgio es sólo de acero».
Es interesante señalar que la STLA Large también toma algunos elementos de la Giorgio (dirección y suspensiones). Sin embargo, la Giorgio Sport ofrece una posición de conducción muy baja, similar a la de los deportivos con motor de combustión interna, gracias a sus baterías en forma de T, mientras que la STLA Large apuesta por una configuración de tipo skateboard con un pack plano bajo el piso.
Maserati duda entre dos plataformas, la Giorgio Sport y la STLA Large
Al integrar las baterías en el túnel central, los asientos delanteros del GranTurismo pueden colocarse a menos altura. Según Maserati, esta solución también reduce el cabeceo y el balanceo de la carrocería, lo que redunda en una mayor agilidad. Danesin afirma que, en su forma anterior, el rendimiento del Quattroporte resultaba insuficiente por sus problemas de peso y autonomía.
«El Quattroporte es un problema importante para Maserati. Tiene que ser sobresaliente desde cualquier ángulo: estilo, arquitectura, rendimiento. El nuevo objetivo de autonomía también debe ser mucho más estricto. Hoy en día, [600 km] es suficiente. Quizás para un nuevo Quattroporte nos gustaría más.
Los coches eléctricos modernos son cada vez más pesados y debemos detener esa tendencia. Al tener todo esto en cuenta, decidimos que [necesitaríamos] algo más de tiempo para optimizar el conjunto, y es por eso que decidimos posponerlo».
Fuente | Autocar
