Puntos de recarga en las farolas. Una gran idea que se choca con la realidad

La instalación de puntos de recarga en las farolas es una excelente idea que se ha topado con problemas inesperados en el día a día, como el conflicto con los vecinos o problemas técnicos.

Puntos de recarga en las farolas. Una gran idea que se choca con la realidad
Puntos de carga en farolas

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Publicado: 23/09/2024 10:30

La falta de plazas de aparcamiento privadas donde instalar un punto de recarga, ha desanimado a muchos compradores de coches eléctricos a dar el paso. Para solucionarlo, algunos operadores han desplegado cargadores en las farolas. Una idea sobre el papel muy buena, que se está topando con la realidad del día a día.

La propuesta es utilizar una infraestructura ya existente, farolas y cableado, para instalar puntos de carga de baja potencia para cargar, ya sea por las noches o durante la jornada. Una solución para los propietarios que no tengan plaza de garaje, y busquen una alternativa más económica y más cómoda que los puntos rápidos.

A la vista de la idoneidad de la propuesta, muchos ayuntamientos se lanzaron a licitar permisos para que las diferentes empresas dedicadas al sector convirtiesen estas farolas en puntos de carga. Una modalidad con bastante repercusión en Reino Unido, que cuenta con unos 20.000 puntos en funcionamiento.

Allí, empresas como la alemana Ubitricity ha instalado cientos de puntos de carga en farolas. Pero los problemas no han tardado en llegar.

Según parece, el primer problema era el más evidente. Si transformamos una farola en un punto, esa plaza debe ser de uso exclusivo para coches eléctricos cargando. Algo que ha provocado las primeras protestas de los vecinos que veían como se reducían las plazas de aparcamiento en sus calles.

El siguiente problema ha sido técnico. La prensa inglesa avisa de que cientos de puntos han dejado de funcionar después de una serie de fuertes lluvias. Y es que parece que la conversión de las farolas no ha cumplido con los requisitos de aislamiento necesarios, dando como resultado un buen número de estaciones fuera de servicio.

A pesar de todo, parece que el sistema está funcionando, y aunque hayan existido problemas de convivencia y técnicos en esta primera fase, el gobierno británico ha apostado por continuar su expansión, e incluso ha puesto en marcha una línea de ayudas de 350 millones de libras para apoyar el despliegue y mantenimiento de esta red.

Eso si, siguen las preocupaciones por el uso de infraestructura en mal estado. Farolas viejas, con cableado no apto para ofrecer recarga durante largos periodos de tiempo. Aspectos que esperan poder solucionar con actualizaciones como el paso a las luces LED, que permitirá liberar parte de la potencia para la recarga.

Un ejemplo de que instalar puntos de recarga en las farolas es una buena idea, pero necesita una planificación cuidadosa para evitar problemas como los que está viviendo la pionera red de Reino Unido.