Volkswagen valora despedir a 15.000 empleados, Dacia a 11.000. Empiezan las turbulencias en Europa
Volkswagen y Dacia inician una serie de ajustes de plantilla históricos en medio de una transición energética hacia los coches eléctricos y la reducción de emisiones que no están logrando completar.
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Publicado: 17/09/2024 08:39
La tibia apuesta de los fabricantes europeos por el coche eléctrico tendrá tarde o temprano sus consecuencias. La transición es inevitable, por muchas barreras que desde Europa se le quiera poner. El problema es que esta negación está empezando a dar sus primeros síntomas negativos con ajustes de plantilla en grandes fabricantes como Volkswagen o Dacia. Y no serán los últimos, seguro.
Esta semana hemos conocido que tanto Volkswagen como Dacia están preparándose para aligerar su plantilla en Europa. Por un lado, los alemanes han provisionado entre 3.000 y 4.000 millones de euros para comenzar una reestructuración de su fuerza laboral, principalmente en Alemania.
Un plan que anticipa la reducción de la demanda en los próximos años y que supondrá el cierre de dos o tres fábricas, y el despido de unos 15.000 trabajadores. Algo que supondrá dejar de producir entre 500.000 y 750.000 unidades al año.
Según el director ejecutivo de Volkswagen, Oliver Blume, entre los motivos para este drástico movimiento está la cada vez más intensa competencia por parte de los fabricantes chinos, que podría hacer que los recortes tengan que ser más profundos para reducir los gastos.
Dacia comienza un ajuste de plantilla histórico
Por su parte, otro de los fabricantes que apenas ha incursionado en la electrificación es la rumana Dacia, propiedad del Grupo Renault.
Según ha confirmado la marca, en octubre comenzarán un amplio proceso de ajuste de plantilla, que incluirá jubilaciones anticipadas y que afectará al menos a 11.000 trabajadores, el 8.5% del total de empleados que tiene el fabricante en sus tres fábricas.
La marca quiere despedir empleados en las secciones que se están automatizando y digitalizando, pero también en aquellas que están reduciendo su actividad y que tienen previsto se reduzca la demanda de forma sustancial en los próximos años sin un recambio eléctrico definido.
Una transformación que la propia Dacia quiere afrontar en su planta de Rumania, pero que está esperando se apruebe una ayuda del estado de 7.4 millones de euros en una inversión de modernización que movilizará un total de 17 millones de euros.
Demanda que además se produce en un contexto europeo donde en 2025 se producirán una nueva reducción en los límites de emisiones.
Recientemente, el director general de Renault, Luca de Meo, advirtió que la industria automovilística europea podría enfrentarse a multas por exceso de emisiones por valor de 15.000 millones de euros. Unas multas que tienen que ver con la menor demanda de sus coches eléctricos y la tímida y tardía apuesta por los híbridos.
Factores que se suman a la amenaza china, que está empezando a tener sus efectos, pero que solo ha mostrado la punta del iceberg de su potencial.
Vía | Automotive News | Digi24