Los fabricantes europeos podrían regalar 400.000 coches eléctricos con las multas que pagarán por emisiones en 2025

El presidente de Renault avisa de que los límites de emisiones que se pondrán en marcha en 2025 en Europa supondrá una losa para unos grupos que tendrán que enfrentarse a fuertes multas por incumplir los objetivos.

Los fabricantes europeos podrían regalar 400.000 coches eléctricos con las multas que pagarán por emisiones en 2025
Imagen generada por la IA Dall-E

4 min. lectura

Publicado: 10/09/2024 08:39

El próximo año la UE volverá a aumentar las exigencias de reducción de emisiones de los coches nuevos. Una normativa que, a pesar de ser largamente anunciada y aprobada en 2019, los fabricantes no han hecho prácticamente nada para ponerse al día, lo que supondrá que excederán los límites, y tendrán que pagar multas. Unas multas que desde Renault se cuantifican en unos 15.000 millones de euros.

Así lo ha indicado Luca de Meo, director ejecutivo del Grupo Renault, que ha indicado que los fabricantes se enfrentan a una difícil situación para cumplir con el objetivo de los 94 gramos de CO2 por vehículo para sus flotas respecto a los 114 gramos de 2024.

Según De Meo: «Si los vehículos eléctricos se mantienen en el nivel actual, la industria europea podría tener que pagar 15.000 millones de euros en multas o renunciar a la producción de más de 2,5 millones de vehículos. La velocidad de la aceleración de la producción de los modelos eléctricos es la mitad de la que necesitaríamos para alcanzar los objetivos que nos permitirían no pagar multas«.

Para el directivo de Renault, y presidente de la asociación de fabricantes europeos, ACEA, Europa debería flexibilizar sus objetivos de reducción de emisiones, y ha indicado que poner objetivos y multas sin flexibilidad puede ser muy peligroso para la industria.

El círculo vicioso de los fabricantes europeos

Emisiones medias fabricantes europeos 2024

Como hemos visto, los fabricantes conocen este proyecto desde hace cinco años. A pesar de estos, han invertido poco y mal en el desarrollo de sus gamas eléctricas, centrándose en los segmentos altos e inflando los precios de forma exagerada, con pequeños compactos de 40 o 50 kWh con unos precios tres o cuatro veces más altos que sus equivalentes en mercados como China. 

Esto les ha impedido desarrollar una economía de escala robusta, algo que provoca que ahora sean incapaces de competir con los fabricantes chinos, capaces de producir coches a muy bajo precio, tanto pequeños urbanos, compactos, como grandes berlinas y SUV, que son mucho más competitivos técnica y económicamente.

Una industria europea que ahora busca salvar el corto plazo frenando la movilidad eléctrica, y buscando presionar a Europa para lograr otra reducción de los objetivos de emisiones, lo que será el último clavo en su ataúd, ya que permitirá a los fabricantes foráneos entrar en el mercado por la puerta grande y sin apenas resistencia.

Unas posibles multas, 15.000 millones de euros, que podrían permitir a los fabricantes regalar más de 400.000 coches eléctricos de unos 35.000 euros cada uno a los consumidores europeos, lo que supondría más del 40% de las ventas de coches eléctricos el pasado año en el continente.