Audi no encuentra solución a su fábrica de Bélgica y el riesgo de un posible cierre aumenta

En julio de este año, Audi dio a conocer las dificultades que atraviesa su fábrica de Bruselas, en Bélgica, donde se fabrican los Audi Q8 e-tron y Q8 Sportback e-tron. Por entonces, la marca alemana lo anunció como que estaba estudiando «finalizar de forma anticipada» la producción de estos SUV eléctricos, lo que iniciaba un proceso de reestructuración y de conversaciones con los sindicatos para estudiar posibles soluciones.

Lo que sí parece seguro es que habrá despidos en una planta que da trabajo a unas 3.000 personas antes de que termine este año. Audi, en paralelo, ha estado buscando soluciones alternativas para que la planta no lleve al cruento destino de cerrarse. Sin embargo, parece que las primeras búsquedas no han sido fructuosas, como han comunicado los sindicatos tras la última reunión con los responsables de la planta belga.

La caída de la demanda de los coches eléctricos alemanes está poniendo contra las cuerdas a Audi en Bélgica, que no ha conseguido encontrar a ningún inversor adecuado en todo este tiempo. Según las informaciones que llegan desde allí, la marca de los cuatro aros ha rechazado todas las ofertas que le han llegado: ninguno de los 26 interesados y potenciales inversores ha convencido a la marca.

Según el director de operaciones de Audi, Gerd Walker, ninguna de estas propuestas ha conseguido aportar una propuesta «viable y sostenible» para el futuro de la fábrica, ni siquiera la búsqueda interna dentro del Grupo VW que pudiese aprovechar esas instalaciones para la producción de otros vehículos, o incluso para otros usos. Algunas informaciones que llegaron desde Bélgica hablaban de que la marca china NIO podría estar preparando una oferta para comprar dicha fábrica, pero finalmente no salió adelante.

«Lo único que quieren es cerrar la planta lo antes posible. Ninguna de las alternativas les sirve», asegura Ronny Liedts, negociador del sindicato ACV-CSC en la planta belga. Por su parte, Gerd Walker insiste en los pasos que está dando la marca germana: «Para mí es importante que aclaremos rápidamente el proceso de información y consulta y que ahora nos centremos más en las discusiones sobre el plan social. Seguiremos trabajando en esto de manera confiable, objetiva y justa».

De no conseguirlo, de terminar en el peor de los escenarios en el que se cierra la fábrica, sería la primera planta del Grupo VW que llega a esta situación en Europa. Recordemos también que la propia marca Volkswagen está sufriendo el exceso de capacidad de producción en las plantas de su país que incluso están haciendo considerar que pueda cerrar, por primera vez en su historia, una de ellas.

Los sindicatos y la cúpula de dirigentes de Audi seguirán reuniéndose para buscar una solución. La dirección asegura que no existe un «plan viable» para la planta y que las propuestas recibidas no garantizan los casi 3.000 empleos en Bruselas. Los sindicatos, por su parte, critican la falta de comunicación fluida con los dirigentes y amenazan, en caso contrario, a emprender acciones legales contra la marca. «Una vez más, Audi Bruselas no aporta nada concreto sobre los posibles inversores».

Fuente | Automotive News Europe