Volkswagen, BMW y Mercedes se dirigen a una catástrofe en China. Estas son las razones
Los fabricantes alemanes están entrando en una profunda crisis de ventas en China, uno de sus principales mercados, donde los grupos locales y Tesla se están haciendo con las ventas gracias a sus propuestas más económicas y ás avanzadas.
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Publicado: 16/10/2024 09:46
La falta de visión de los fabricantes alemanes con el coche eléctrico les está costando muy caro al comenzar a perder al que era su principal mercado, o al menos una parte muy importante de sus ventas. China. Un lugar donde los grupos locales están capturando cada vez más cuota de mercado, y que están expulsando a unos fabricantes occidentales, y japoneses, que se ven incapaces de competir. Estas son las razones de esta caída.
La carrera del coche eléctrico está claramente dominada por China; Europa tiene mucho por hacer para ponerse al día, y están siendo dejados por unos fabricantes chinos, como BYD, que han soltado el lastre del motor de combustión y han abrazado la movilidad eléctrica, pero también han comprendido la importancia de las nuevas tecnologías, como el software y la conducción autónoma.
Las señales de la caída de los grupos extranjeros en China se produjeron la semana pasada, cuando los tres fabricantes principales fabricantes alemanes, Volkswagen, BMW y Mercedes, informaron de una caída de las ventas en el tercer trimestre en China. Y sin una rápida recuperación, que no parece el escenario más probable, la crisis amenaza con convertirse en una catástrofe.
Los coches eléctricos alemanes se quedan atrás
Para comprender las razones, varios medios alemanes han entrevistado a clientes que estaban buscando comprarse un coche. Entre ellos han detectado como usuarios con un alto poder adquisitivo, capaces de afrontar una compra de más de 100.000 euros en un coche eléctrico.
Uno de estos casos que ejemplifican la delicada situación de las marcas premium alemanas lo encontramos en Ryan Xu. Cliente que parecería el ideal para abrazar a los coches eléctricos germanos, ya que actualmente ella y su marido son propietarios de un Porsche 911 y un Mercedes Clase G, y que añadieron un Taycan posteriormente.
Pero su opinión sobre los coches alemanes ha cambiado a medida que los fabricantes chinos han mejorado su propuesta. Algo que les ha llevado a la conclusión de que el Taycan se ha quedado totalmente obsoleto en aspectos como el software, al que califican de terrible a pesar de sus más de 100.000 euros de coste.
Y es que los alemanes se han dedicado a electrificar sus propuestas tradicionales. Algo que ha podido tener su efecto en una primera fase, pero que ahora se diluye ante una competencia que también ha electrificado, pero con vehículos más rápidos, más eficientes, y mucho más equipados en aspectos como comodidad interior, y sobre todo, software, a lo que se suma la muerte paulatina del valor de marca tradicional.
La valoración de estos clientes no es un caso aislado. A medida que China se aleja del motor de combustión interna, Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW están luchando por ofrecer alternativas eléctricas que atraigan a los clientes en su mercado más grande y lucrativo, ante el riesgo de perder unas inversiones valorada en más de 35.000 millones de euros.
La caída de los fabricantes europeos en China en cifras
Las últimas señales de alerta llegaron la semana pasada cuando los tres fabricantes alemanes informaron de una caída de las ventas en China en el tercer trimestre. BMW registró su mayor caída de ventas en China en más de cuatro años, con una caída del 30%. Las entregas de Mercedes cayeron un 13% debido a la débil demanda de sus vehículos más caros, incluidos los sedanes Clase S y Maybach.
Las ventas de Porsche en China cayeron un 19%, alcanzando su peor resultado en el tercer trimestre en una década, mientras la demanda global del Taycan se redujo casi a la mitad. Volkswagen, la empresa matriz de Porsche y Audi, informó una caída del 15% . «La situación competitiva en China es especialmente intensa», afirma Marco Schubert, responsable de ventas de VW.
Después de dominar la era de motor de combustión, los fabricantes alemanes se volvieron complacientes, subestimaron la amenaza de nuevos competidores y se mostraron reacios a desprenderse de las ganancias obtenidas. Esto permitió a Tesla y a los fabricantes locales, encabezados por BYD, despegar con coche eléctricos sofisticados y asequibles.
«El punto de inflexión para los fabricantes de automóviles alemanes es ahora», dijo Stephen Dyer, director gerente de la consultora AlixPartners con sede en Shanghai. «Necesitan cambiar drásticamente su estrategia en el mercado».
El próximo desafío ya se puede ver en el Salón del Automóvil de París de esta semana, donde los fabricantes chinos están intensificando sus esfuerzos para captar cuota de mercado en Europa. Empresas como BYD y Xpeng Inc. mostrarán sus últimas tecnologías en el salón del automóvil más grande de Europa este año.
Al menos una reacción no salió según lo planeado. En medio de la presentación de Volkswagen sobre los futuros vehículos eléctricos, el micrófono y la presentación de diapositivas fallaron durante varios minutos, lo que molestó visiblemente al director de ventas y marketing, Martin Sander.
Un sentimiento que comparten los conductores en China. Tras problemas con los frenos y otros problemas de calidad, la familia Xu vendió su Taycan y compró un ET5 de la marca china Nio. Un coche eléctrico era aproximadamente un tercio más barato que un Mercedes EQE, que Xu también estaba considerando, pero ofrecía un diseño interior más lujoso, controles de voz más efectivos, y saludaba a los niños por su nombre cuando entraban.
«Los coches alemanes difícilmente pueden seguir el ritmo de este nivel de tecnología», afirmó Xu. Mercedes, BMW y Audi “ya no pueden considerarse coches de lujo”.
La catástrofe asoma
Los fabricantes alemanes todavía controlan casi el 15% del mercado en China, pero eso es menos que una cuarta parte antes de la pandemia y, lo que es peor, su cuota en los coches eléctricos es menos del 10%. Sin una rápida recuperación, la crisis amenaza con convertirse en una catástrofe y hundir a los tres principales fabricantes alemanes en una lucha existencial. Tal como están las cosas, VW, Mercedes y BMW valen cada uno sólo aproximadamente la mitad del valor de mercado de BYD.
La cuestión es que, según los expertos, la retirada de los grandes grupos alemanes de China no es una opción, tal como han hecho otras marcas más pequeñas, como Suzuki o Mitsubishi. Pero el ritmo de caída de ventas amenaza con llevarse por delante buena parte de la red de ventas, que se pasará a los modelos de la competencia que sí logran vender en grandes volúmenes, y con márgenes cada vez más elevados por la robusta economía de escala.
Algo que solo deja una salida, y es la alianza con grupos locales, que permita lanzar coches con la visión y ambición suficientes para ser una alternativa real, o correr el riesgo de desaparecer, lo que tendrá un impacto enorme en las cuentas de los fabricantes europeos.
Fuente | Bloomberg | FAZ | Handesblatt