Por 25.000 euros, ¿puede ser el Fisker Karma el coche eléctrico de tus sueños?

El Fisker Karma ha sido la primera aventura del famoso diseñador danés, que se atrevió hace más de 10 años en lanzar un coche eléctrico al mercado. Una propuesta de diseño muy atractivo, elevado nivel de calidad interior, pero que fracasó por los errores de su fabricante. Un eléctrico con extensor de autonomía que ahora puede ser un chollo en el mercado de ocasión.

Cuando llegó al mercado europeo, en 2012, el Karma costaba en su versión más económica 100.000 euros. Una cifra que le colocaban en un segmento premium para un modelo diferente que logró buenas críticas por parte del programa Top Gear, que habitualmente desprecia a los coches eléctricos.

El Karma es una berlina deportiva de 4.98 metros de largo, con cuatro plazas, que comenzó su producción comenzó en julio de 2011, y que se diferenciaba de otros híbridos al montar un sistema eléctrico con extensor de autonomía, donde el motor de combustión no propulsaba las ruedas.

Cuenta con dos motores eléctricos, situados en el eje trasero, con 295 kW (403 CV) que le impulsan hasta los 100 km/h en 5.8 segundos.

La energía procede de una batería de litio de 20,1 kWh útiles fabricada por A123 Systems. El pack va situado en el centro del coche entre los asientos, por lo que solo dispone de 4 plazas, siendo las traseras bastante pequeñas, y que le proporciona una autonomía de 80 km en modo eléctrico.

Cuando la batería está agotada o cuando el conductor aprieta el botón Sport el motor delantero de gasolina 2.0 de 264 CV, inyección directa y turboalimentado fabricado por General Motors, que funciona únicamente como extensor de autonomía.​

Dentro del equipamiento cuenta con navegador gps, reproductor dvd con disco duro y pantallas en las plazas traseras. Cuenta también con un kit de panel solar, que están instalados en el techo, y que recargan la batería de tracción.

Un interior a todo lujo, que además también cuenta con mucho de sostenibilidad, al estar fabricado en madera reciclada, algo que extiende a su exterior, que usa una pintura hecha con piezas de plástico también recicladas. Todo en un conjunto que nota el paso de los años.

La cuestión es que este tipo de elecciones tienen su riesgo, principalmente teniendo en cuenta que el fabricante hace años que ha desaparecido, y que cualquier problema mecánico tendremos que buscar la forma de resolverlo por nuestra cuenta. Por suerte, cada vez hay más lugares donde poder realizar labores de mantenimiento y reparaciones.

Un Fisker Karma que podemos encontrar en el mercado de ocasión con precios que van desde los 25.000 euros, un precio que seguro será negociable, y que nos permitirá llevarnos a casa una apuesta arriesgada, pero de indudable atractivo visual, y también una pieza histórica que forma parte de la primera era del coche eléctrico.

¿Te comprarías un Karma por este precio?