Esto es lo que falta para llevar las ventas de coches eléctricos a un nuevo nivel

Analizamos la situación actual del coche eléctrico y planteamos cuales son los factores que frenen su avance, y cuales pueden ser los que incrementen sus ventas en los próximos años.

Esto es lo que falta para llevar las ventas de coches eléctricos a un nuevo nivel
Las ventas de coches eléctricos han colapsado en Alemania

6 min. lectura

Publicado: 01/03/2025 07:25

A pesar del aumento en sus ventas, los coches eléctricos siguen teniendo dificultades para convencer al gran público en la mayoría de los mercados. Aspectos como su elevado coste de compra, la mejorable red de carga o una autonomía que muchos aún consideran insuficiente son algunos de los principales obstáculos. Pero no es lo único que debe cambiar para que el coche eléctrico alcance el próximo nivel.

En apenas diez años, los coches eléctricos han pasado de ser una rareza en las ventas o una simple herramienta publicitaria a convertirse en algo cada vez más habitual. Tanto es así que ya apenas les prestamos atención. En 2013, ver un Nissan LEAF, un Renault ZOE o uno de los trillizos de PSA era motivo para exclamar: «¡Mira, un LEAF! ¡Mira, un ZOE!». Pero en 2023, el coche más vendido del mundo fue un eléctrico, y cruzarse con uno de ellos es el pan de cada día. Y esto es solo el principio.

Sin embargo, todavía hay muchas personas reticentes a comprar un coche eléctrico por diversos motivos. Algunas razones son objetivas, como su alto precio, mientras que otras responden más a mitos, como la supuesta falta de puntos de recarga para viajar o la limitada vida útil de la batería.

Una evolución imparable

En los últimos años, la capacidad de las baterías de los coches eléctricos ha alcanzado una media de unos 80 kWh, cifra que solo se supera en modelos de gama alta con precios muy elevados. Las dos principales limitaciones son, obviamente, el coste y la densidad energética, es decir, la cantidad de energía que se puede almacenar en un determinado peso y volumen.

Con estas cifras, hoy en día un coche medio puede lograr autonomías reales de entre 300 y 400 km en autovía, lo que implica realizar una parada de 20 o 30 minutos cada dos o tres horas de conducción. Si bien esto no representa un problema para las generaciones más jóvenes, acostumbradas a los tiempos de carga, sí supone un cambio importante para quienes han conducido toda su vida vehículos de combustión.

Actualmente, recorrer 800 kilómetros con una sola carga a velocidad de autovía no es posible, mientras que un coche de gasolina o diésel lo consigue desde hace décadas. Del mismo modo, aún no existe ninguna batería capaz de recargarse en el mismo tiempo que lleva repostar un coche con motor térmico.

No obstante, ambos aspectos tienen los días contados (o, mejor dicho, los años) gracias a la evolución de la tecnología. Un buen ejemplo son las baterías de estado sólido. Algunas empresas que trabajan en este campo anuncian densidades energéticas hasta dos o tres veces superiores a las actuales, lo que permitiría imaginar baterías de entre 150 y 200 kWh. Con semejante capacidad, superar los 800 kilómetros de autonomía a 120 km/h sería totalmente viable.

Además, los avances en electrolito sólido podrían reducir drásticamente los tiempos de recarga. Ya en la actualidad existen baterías de litio capaces de soportar potencias muy elevadas, como la Golden Battery de CATL, utilizada en modelos de Zeekr. Con su química LFP y una tasa de carga de 5,5C, el recién lanzado Zeekr 7X puede completar el proceso del 10 al 80% en solo 10,5 minutos.

Pero con el electrolito sólido, el límite está aún más lejos. Se espera que estas baterías puedan manejar potencias en el rango de los megavatios, reduciendo aún más los tiempos de carga y acercándolos a los de un repostaje convencional.

La gran pregunta es cuándo llegarán. La mayoría de los fabricantes trabajan en ello, pero los más avanzados no esperan lanzar los primeros modelos hasta dentro de dos o tres años. Y algunos estiman que la producción en masa, con costes reducidos, no llegará hasta 2030.

Por supuesto, además de autonomía, infraestructura y tiempos de carga, hace falta que el precio evolucione. Algo que este 2025 está siendo testigo de una importante mejora. Coches eléctricos con 300 km de autonomía homologada por poco más de 20.000 euros antes de ayudas o promociones es un salto adelante importante.

Falta mucho por andar, ya que en mercados como China han logrado esto hace años, y se mueven en otros niveles, con coches con esas autonomías homologadas, pero con precios de poco más de 10.000 euros. Sin duda, un aspecto que disparará las ventas en el resto del mundo, y para lo que no deberían faltar muchos años.

¿Y tú, qué crees que falta para que el coche eléctrico dé el salto definitivo?

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