Con el aumento del parque móvil eléctrico se ha visto la necesidad de crear una infraestructura similar a las gasolineras de los coches de combustión. Son las electrolineras y te explicamos cómo funcionan.
Una electrolinera es una estación de carga para vehículos eléctricos o híbridos enchufables. Pensemos en una gasolinera de toda la vida donde repostamos gasolina pero cambiamos los surtidores de combustible por puntos de recarga.
Cada vez nos encontramos más electrolineras en autovías, autopistas y zonas de elevado tráfico. Al igual que sus análogos de combustible fósil, disponemos de varios puntos de recarga y servicios complementarios como cafetería, restaurante, área de descanso, aseos, etc… y además adaptadores y personal que nos puede asesorar en el momento de la carga.
Poco a poco las electrolineras irán ganando terreno a las gasolineras que acabarán reconvirtiéndose. Éstas últimas necesitan disponer de depósitos bajo el suelo con miles de litros de combustible desde donde se bombea a las mangueras de los surtidores. Las electrolineras solo necesitan una conexión eléctrica con suficiente potencia y un convertidor que se encargue de gestionar la recarga del vehículo.
¿Cómo funciona una electrolinera?
Una ventaja de tener un coche eléctrico es que cualquier establecimiento como un supermercado o restaurante puede facilitarnos un punto de recarga. Esto suelen ser de carga lenta o semirápida y a menudo es gratuíta.
En una electrolinera no vamos a encontrar un punto de recarga lento, encontraremos potencias de carga de 22kW y 50kW (rápida), 150 kW (superrápida) y 350 kW (ultrarrápida), lo que permite la carga de la mayor parte de la batería en un tiempo aproximado de entre 20 y 30 minutos y en el caso de la carga ultrarrápida entre 5 y 10 minutos, siempre que el coche lo permita.
Al acudir a la estación podremos realizar la carga y pagar con cualquier método de pago o en el caso de las diferentes empresas suministradoras descargarnos sus respectivas aplicaciones móviles. Con las que podremos localizar, reservar y pagar las recargas, además de contratar diversos planes de ahorro.
¿Cuánto cuesta recargar en una electrolinera?
El precio a pagar en una electrolinera por kWh está entre los 0,25 €/kWh de BlauDrive para una potencia de 50 kW y los 0,75 €/kWh que cobra Ionity para potencias superiores a los 100 kW. Es un rango que varía en función del coste de la luz y la velocidad a la que se quiera realizar la recarga y que supone el mayor defecto de las electrolineras junto con la disponibilidad, pues complica y mucho armonizar el precio entre las diferentes distribuidoras a falta de una regulación.