Alemania da una segunda vida a sus nucleares: las convierte en gigantescas baterías para respaldar las renovables

Una de las mayores centrales nucleares de Alemania se prepara para una nueva etapa ligada al almacenamiento energético. Allí se construirá uno de los mayores sistemas de baterías de Europa, aprovechando la infraestructura existente. Un ejemplo claro de cómo la red eléctrica europea se adapta al auge de las renovables.

Alemania da una segunda vida a sus nucleares: las convierte en gigantescas baterías para respaldar las renovables

Publicado: 19/12/2025 09:00

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La central de Philippsburg fue durante décadas el mayor enclave nuclear del estado alemán de Baden-Wurtemberg. Por si sola llegó a cubrir más del 20% del consumo eléctrico del estado. Hoy, ese mismo lugar se prepara para una segunda vida muy distinta: una gran central energética basada en baterías, pensada para sostener una red sin carbón ni nuclear.

El cambio es profundo y simbólico. Donde antes había reactores y torres de refrigeración, ahora se levantan infraestructuras clave para integrar renovables. Del átomo a la batería, sin cambiar de emplazamiento y aprovechando una red eléctrica ya diseñada para mover enormes volúmenes de energía.

Un emplazamiento que se reinventa

El complejo nuclear de Philippsburg contaba con dos reactores. El bloque 1, de agua en ebullición, tenía 890 MW de potencia y se desconectó en 2011 tras el desastre de Fukushima. El bloque 2, de agua a presión, alcanzaba los 1.468 MW y dejó de funcionar en 2019. Desde entonces, el recinto está en pleno proceso de desmantelamiento, que se alargará hasta mediados de la década de 2030.

Cuando termine, el terreno quedará libre de instalaciones nucleares y disponible para otros usos energéticos. El objetivo es claro: convertir Philippsburg en un nodo estratégico de la nueva red eléctrica, basada en renovables y baterías.

Tesla-Megapack-Ca

La transformación ya está en marcha. En una zona cercana funciona un gran convertidor de corriente continua de TransnetBW, parte de la autopista eléctrica Ultranet. Esta infraestructura permite llevar electricidad desde el norte de Alemania, rico en energía eólica, hasta el sur industrial, con menos pérdidas. La corriente se transforma después en alterna para su uso habitual.

Aquí entra en juego el nuevo gran parque de baterías, que servirá para absorber excedentes, almacenar energía y devolverla a la red cuando la demanda lo requiera o haya congestiones. Su papel será clave para estabilizar el sistema.

Desde EnBW, impulsora del proyecto, subrayan que la flexibilidad del sistema eléctrico es ya una prioridad. Las baterías permiten ajustar la producción variable del sol y el viento al consumo real, y complementan a las centrales de gas preparadas para funcionar con hidrógeno en periodos más largos.

El proyecto prevé un sistema con 400 MW de potencia y 800 MWh de capacidad. Las obras comenzarán en el verano de 2026 y la puesta en marcha está prevista para finales de 2027. Está diseñado para ciclos de descarga de dos horas, habituales en este tipo de instalaciones. En términos prácticos, podría cubrir el consumo diario de unos 100.000 hogares. EnBW destaca que será uno de los mayores sistemas de Alemania construidos sin ayudas públicas directas, financiado mediante la venta de energía y servicios al sistema eléctrico.

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Philippsburg no es un caso aislado. Otros antiguos emplazamientos nucleares alemanes siguen el mismo camino, aprovechando una ventaja clave: la infraestructura de red ya existe. En Brunsbüttel, Vattenfall planea un almacén de baterías de 254 MW de potencia, con entrada en funcionamiento prevista para 2028. Plazos que chocan con los extensísimos plazos, y presupuestos crecientes, para la puesta en marcha de una nuclear.

El pionero fue RWE, que inició recientemente las obras de un gran almacén en el antiguo complejo nuclear de Gundremmingen, en Baviera. El proyecto alcanza 400 MW de potencia y 700 MWh de capacidad, y según la empresa es el mayor del país.

Aun así, Alemania no lidera a nivel mundial. En California ya están instaladas baterías que superan los 13 GW de potencia, destinadas a desplazar la energía solar del mediodía a las horas punta. En 2024 entró en funcionamiento en el desierto de Mojave el proyecto Edwards and Sanborn, con 3.300 MWh, el mayor del mundo. Australia también avanza rápido, con instalaciones como el Melbourne Renewable Energy Hub, de 1.600 MWh, mientras que Emiratos Árabes Unidos construye un sistema de 19.000 MWh, capaz de suministrar electricidad de forma continua.

Este auge también genera tensiones. En Alemania, las solicitudes de conexión para grandes baterías ya superan los 700 GW, muy por encima de lo previsto. El gobierno estudia cambios normativos para agilizar los trámites, aunque parte del sector alerta del riesgo de retrasos si no se aclaran bien las reglas.

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