Una solución de futuro. Un punto de recarga dotado de inteligencia artificial
Una de las mayores preocupaciones de la sociedad es que sucederá en el futuro cuando millones de coches eléctricos conecten sus baterías a la red eléctrica. Un escenario que muchos han querido dibujar como un desastre para el sistema eléctrico, pero que está a muchos años de ser una realidad.
Las compañías eléctricas y los fabricantes de puntos de recarga ya trabajan en anticiparse a estos picos de demanda. La norteamericana General Electric está realizando un interesante experimento en una de las ciudades más pobladas del mundo, Nueva York, donde la penetración del coche eléctrico y la elevada densidad la convierten en un lugar ideal para probar soluciones de futuro.
Según los expertos, el problema no es dar servicio a millones de coches. Algo que ya puede hacerse en estos momentos. El problema es dar servicio a millones de coches al mismo tiempo, y en horas donde la demanda general es elevada.
Para ello GE ha creado un punto de recarga capaz de comunicarse tanto con el coche, como con la red eléctrica. Un cargador dotado de inteligencia artificial capaz de aprender de nuestros hábitos de recarga, e incrementar y reducir la potencia de carga según el estado de la red eléctrica.
El objetivo según los desarrolladores es lograr extender la carga del coche a lo largo de las horas donde la demanda general sea menos elevada. Para ello el sistema tendrá en cuenta factores como el clima, los periodos vacacionales, los días laborables y fin de semana. Todo con la idea de lograr una red eléctrica lo más eficiente posible.
Pero una cosa es la teoría, y otra la práctica. Para poner a prueba su tecnología GE ha entregado cinco cargadores a la empresa de reparto FedEx, que usará para recargar las baterías de cinco furgonetas eléctricas. La elección de una empresa de reparto no es casual. Uno de los puntos débiles de estos cargadores es que no saben cuanta carga tiene la batería del coche, lo que convierte a las furgonetas eléctricas y sus rutas fijas una forma perfecta de empezar.
El objetivo de todo esto es lograr ahorrar en costes de producción eléctrica escalando esta producción a las necesidades reales. Esto según los responsables del proyecto permitirá que 100 puntos de recarga, logren un ahorro estimado de unos 10.000 dólares cada mes en costes. A esto se sumará la posibilidad de los coches de trabajar de forma bi-direccional, devolviendo pequeñas cantidades de energía a la red en las horas punta.
Algo que aumentará el nivel de ahorro tanto a la red, como al usuario, que se beneficiará de vender energía en horas donde la electricidad es más costosa captada en horas donde es más económicas.
Vía | Wired