La pasada semana éramos testigos de como después de una resistencia numantina, el gobierno alemán daba luz verde a las ayudas directas a la compra de coches eléctricos.
Un programa muy esperado en el primer mercado del automóvil de Europa, que se dotará con un presupuesto de 1.300 millones de euros, y que primará con hasta 5.000 euros cada compra. Pero entre la letra pequeña había una cláusula que indicaba que el precio máximo para que el vehículo pueda acceder a dicha ayuda sería de 60.000 euros.
Esto ha provocado la reacción desde la división alemana del fabricante norteamericano, que ha publicado una nota de prensa en la que se acusa al gobierno de poner un límite que claramente favorece a sus fabricantes, y que perjudica de forma directa a Tesla.
Nos falta por confirmar si el límite de precio como es habitual en otros mercados, es antes de impuestos. Esto supondría que el Model S más accesible, el Model S 70 con un precio antes de impuestos de 69.400 euros, se habría quedado apenas a 9.400 euros de entrar en este baremo. Algo que indicaría claramente que se trata de una imposición arbitraria.
La respuesta de Tesla además de una carta de protesta, ha sido poner en marcha un programa de incentivos propios para sus clientes, que se podrán beneficiar de descuentos equiparables a los ofrecidos por el gobierno en su programa de ayudas.
La cuestión es que el límite de precio como decimos es algo que se ha ido extendiendo por diferentes mercados, tanto el español, donde hay un máximo de 32.000 euros antes de impuestos, como en California, donde desde marzo existe un límite según la renta del comprador, y donde se ha incrementado la ayuda a las rentas medias y bajas.
Pero lo extraño es poner un límite de 60.000 euros. Sobre todo si lo que quieres es no primar a los vehículos más costosos. Una cifra bastante elevada para este tipo de topes, que parece claramente dictada por la industria del automóvil alemana para no favorecer a Tesla.
Y es que en el top 10 de coches eléctricos más vendidos este año en Alemania, encontramos hasta cinco modelo no germanos. Algo realmente llamativo para un mercado tradicionalmente muy nacionalista en cuanto a marcas, y que puede hacer temer a los grandes fabricantes perder cuota en favor de otras marcas más involucradas en el segmento eléctrico.
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Fuente | Tesla (alemán)
