El Opel Ampera-E no llegará a España hasta 2018
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Publicado: 22/11/2016 14:05
En las últimas horas está corriendo como la pólvora la noticia de que la distribución del Opel Ampera-E tendrá en cuenta factores como los incentivos públicos, la infraestructura de recarga y las ventas de cada mercado. Una combinación que inevitablemente colocan a España en el vagón de cola.
Según parece, el Opel Ampera-E llegará como estaba previsto a mercados como Noruega, Alemania y Holanda a lo largo del primer semestre del 2017. Mercados donde el apoyo público, así como el despliegue de puntos de recarga han alcanzado un nivel de desarrollo importante.
Pero por desgracia es algo que no podemos decir de España. Las infraestructuras de recarga no avanzan por el escaso apoyo público, y también por los exagerados costes operativos de la potencia. Tampoco está a la altura un programa de ayudas que está siendo dotado con cantidades ridículas, 7 millones para todo el 2016. Suficientes para apenas 1.200 coches. Menos de lo que matricula en un sólo mes un mercado tan pequeño como Noruega.[blocktext align=»center»]
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Esto quiere decir que salvo sorpresa, el Opel Ampera-E no llegará a España hasta 2018. Una fecha que repetimos, esperamos sea confirmada de forma oficial por Opel a los que hemos enviado un correo para saber la posición oficial al respecto.
Entre las razones de este retraso, además de las comentadas, puede estar también la cuestión de la limitación de precio para acceder a las ayudas. Si el MOVEA repite los requisitos de la pasada edición, supondrá que para acceder a los 5.500 euros el coche deberá tener un precio antes de impuestos de 32.000 euros. Esto pone como límite después de IVA de 38.700 euros. Posiblemente entre 1.000 y 2.000 euros por encima del objetivo de Opel.
Entre esto, y lo poco atractivo del mercado español, casi con total seguridad podremos decir adiós al Ampera-E hasta el 2018. Un retraso que sería el retrato de un fracaso por parte del gobierno en incentivar un sector que ha sido maltratado de forma sistemática, sobre todo si lo comparamos con los ilimitados fondos destinados a los planes PIVE que ofrecían ayudas a coches diésel y gasolina.
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Vía | Motor