Las baterías de iones de litio todavía tienen mucho que decir, esta se carga del 0 al 80% en apenas 15 minutos
Desde la Universidad de Waterloo, en Canadá, nos llega esta última innovación en materia de baterías para coches eléctricos. Sus investigadores han desarrollado un nuevo diseño de batería de iones de litio tremendamente interesante con múltiples ventajas.
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Publicado: 22/11/2024 09:35
A cada semana descubrimos un nuevo avance en el campo de las baterías para los coches eléctricos. Nuevas químicas están siendo estudiadas para sacar lo mejor de uno de los componentes más importantes en los vehículos de este tipo, algo que debería favorecer a los conductores, logrando mejores autonomías, precios más asequibles y cargas más rápidas.
Con las baterías de estado sólido en el horizonte, hay algunas tecnologías que están siendo recientemente protagonistas: las baterías de sodio, las de ánodo de silicio… pero incluso las más tradicionales, las de iones de litio que llevamos conociendo desde hace décadas, también son objeto de trabajo por parte de los investigadores.
En este caso, desde la Universidad de Waterloo, en Canadá, nos llega este último avance que pone, precisamente, a las baterías de litio en el foco de atención. Sus investigadores han desarrollado un nuevo diseño de batería de iones de litio que, como elemento clave más destacado, permite cargarse de 0 al 80% en tan solo 15 minutos, una cifra reseñable teniendo en cuenta que es desde las bajas más cargas donde el flujo de carga no alcanza las potencias más elevadas. Además, promete tener una vida útil más larga, hasta 800 ciclos de carga.
La forma con la que han conseguido alcanzar estas cifras es sumamente importante, ya que en el centro de su trabajo ha estado siempre que este nuevo diseño de batería pueda ser escalable e implementada usando las líneas de producción actuales. Pero de forma más concreta, los investigadores canadienses se centraron en el ánodo, uno de los elementos internos de las baterías clave junto al cátodo y al electrolito.
El ánodo, tradicionalmente basado en grafito, pasa a tratarse con un método que fusiona partículas de este grafito para mejorar su conductividad. El paso del ánodo al cátodo es lo que genera la electricidad en la batería, pero también lo que acelera el desgaste de esta misma y lo que puede provocar riesgos de seguridad. Los investigadores de la universidad norteamericana realizaron ajustes para que los iones de litio se puedan mover sin causar esto último, utilizando los mismos componentes actuales y reorganizando las partículas para ofrecer «nuevas funciones a los aglutinantes que las mantienen unidas, como propiedades de transferencia de electrones, iones y calor de última generación», asegura Michael Pope, codirector de la investigación.
«Si podemos hacer que las baterías sean más pequeñas, se carguen más rápido y duren más, reduciremos el costo total del vehículo. Eso hace que los vehículos eléctricos sean una opción viable para más personas, incluidas aquellas que no tienen estaciones de carga en sus hogares o que viven en departamentos. También aumentaría el valor de los vehículos eléctricos de segunda mano, lo que haría que el transporte eléctrico sea más accesible», comenta Yverick Rangom, profesor del Departamento de Ingeniería Química de Waterloo.
Los investigadores tienen claro ya el siguiente paso: optimizar el proceso de fabricación, probar prototipos y palpar el posible interés de la industria, asegurándose de que estas baterías sean eficaces y escalables a un mismo tiempo, de forma que la infraestructura actual pueda servir para su producción, lo que repercutirá en una mejora de costes.