Desde el arranque de la campaña electoral en Estados Unidos, Donald Trump ha amenazado a los fabricantes que producen sus vehículos en México que pondrá en marcha un arancel para importar sus vehículos a Estados Unidos. Una tasa que perjudicaría en mayor o menor medida a casi todos los fabricantes. A todos menos a Tesla.
Un estudio de la consultora Baum & Associates ha estimado el impacto que tendría un nuevo impuesto a las importaciones para los diferentes fabricantes. Un escenario que pone sobre la mesa la exposición de algunas marcas que sufrirán un impacto en sus márgenes si se llega a poner en marcha esta tasa.
Según este informe, el único fabricante que podría mantener sus precios estables, sería Tesla. En el lado contrario encontraríamos a marcas como Jaguar-Land Rover, de largo la más perjudicada y que afrontaría un sobre coste de 17.000 dólares por unidad. Pero también a Volvo, con unos 8.000 dólares, Volkswagen, unos 7.000 dólares extra, Mitsubishi, en torno a los 6.000 dólares…y un largo etc que salpicaría a la práctica totalidad de los grandes grupos.[blocktext align=»center»]
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Incluso fabricantes con fuerte presencia en Estados Unidos, como General Motors o Ford, verían como este nuevo impuesto tendría un impacto en sus márgenes, con cifras que irían desde los 282 a los 995 dólares por unidad.
Por supuesto, la estimación casi cero para Tesla no deja de ser una aproximación. No se sabe cuantas piezas importa Tesla desde otros lugares, como México. Pero al mismo tiempo desde el informe se indica que incluso en el caso de que el fabricante comandado por Elon Musk se viese afectado, esto lo podría compensar en breve gracias a la puesta en marcha de la Gigafábrica de baterías. Una instalación que permitirá elevar el nivel de producción local, dejando de importar celdas desde Japón, hasta una cifra estimada del 95%.
Algo que además del Model S y Model X, también tendría su impacto en el Model 3. Una menor exposición a un impuesto que incrementaría la competitividad de Tesla dentro del mercado norteamericano.
Pero esto son escenario teóricos que dependerán de la puesta o no en marcha de este impuesto. Lo que si es una certeza es que las acciones de Tesla están disparadas, y ya cotizan en los 257 dólares. Una señal del optimismo que rodea a un fabricante que parece estar tomando las decisiones correctas incluso cuando parecían equivocadas.
Y es que en una época donde todos acudían a fabricar a México, Tesla sorprendió a todos con su decisión de trabajar en California. Un lugar costoso y sin apenas tradición en la fabricación de vehículos. Algo que le acercaba a la ingeniería, pero que elevaban los costes operativos y la mano de obra cualificada, pero que al menos de momento parece ha sido una decisión correcta.
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Vía | Bloomberg
