De forma muy paulatina, Tesla está mejorando las capacidades de la nueva generación de Autopilot, para de esa forma acercarse poco a poco a las capacidades de la anterior generación. Una velocidad que está irritando a muchos usuarios que esperaban poder disfrutar antes de las funcionalidades de un sistema que se ha convertido en una de las banderas del fabricante norteamericano.
En esta nueva actualización, que está siendo enviada a los vehículos, dos de los elementos que forman el sistema Autopilot han visto como la velocidad máxima a la que pueden ser usados ha dado un pequeño paso adelante. Es el caso del control de velocidad adaptativo (TACC) que ahora puede funcionar hasta los 130 km/h.
Por su parte el sistema que además controla la dirección también aumenta ligeramente, pasando de los 80 km/h a los 90 km/h. Algo que permite poco a poco acercar esta funcionalidad a las velocidades de autovía, su principal campo de batalla.[blocktext align=»center»]
Este accidente de un Model S usando el Autopilot nos avisa que hay que estar siempre atentos a la carretera [/blocktext]
Unas mejoras que se suman a las liberadas en pasadas semanas, cuando Tesla ha activado la advertencia de colisión lateral. Algo que aumentará la seguridad durante los cambios de carril y que supondrá un complemento perfecto para cuando el sistema Autopilot logre un mayor nivel de autonomía. Una funcionalidad que ya ha logrado evitar unos cuantos accidentes.
Una puesta en marcha muy escalonada que choca con la velocidad con la que la primera generación de Autopilot llegó al mercado. Una tecnología que está disponible en las carreteras desde finales del pasado año, y que parece que una de dos, o le está costando más de lo esperado lograr su desarrollo completo como para liberar actualizaciones más agresivas, o Tesla ha decidido levantar el pié del acelerador y tomarse las cosas con más calma para evitar cualquier error.
Unos errores que como hemos visto en demasiadas ocasiones, incluso cuando se ha demostrado que no ha sido culpa del Autopilot, supone una campaña de mala prensa que perjudica a la marca. Un fabricante que está en un año crucial para su futuro, y que no puede permitirse ningún error.
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