El pasado año hemos conocido al pequeño fabricante Kandi. Una empresa china que en colaboración con el gigante Geely la ciudad de Hangzhou, han diseñado un interesante sistema de car sharing con coches eléctricos.
Podría tratarse de uno de tantos que se han puesto en marcha en todo el mundo estos últimos meses. Pero el sistema de Kandi tiene una peculiaridad. Los coches son almacenados en un edificio vertical con capacidad para 120 coches, que funciona como una máquina expendedora. La diferencia es que en lugar de refrescos o golosinas, esta entrega coches eléctricos.
La idea parte del exitoso sistema de alquiler de bicicletas de la misma ciudad. Un sistema que almacena las bicicletas en un espacio también vertical y que permite un importante ahorro de espacio. La idea es ir animando a los chinos a realizar dos cambios al mismo tiempo. El primero es el de cambiar los coches con motor de combustión, por modelos eléctricos.
Pero tal vez el más ambicioso es animar a los usuarios a no disponer de un coche en propiedad. Este es el gran objetivo de este sistema de car sharing que permite recoger y devolver un coche durante las 24 horas del día los 365 días del año. La iniciativa parece que ha calado, y los responsables esperan que en pocos años existan un total de 750 de estos sistemas en toda China.
Gracias a la adquisición de las primeras 20.000 unidades, los responsables del proyecto esperan lograr convencer a la gente a dejar el coche en casa y utilizar los servicios de car sharing de coches eléctricos. Esto además ayudará a reducir los elevados niveles de contaminación de Hangzhou, una ciudad de casi 9 millones de habitantes donde se estima que casi la mitad de las partículas contaminantes proceden de los medios de transporte.
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