Esta semana han llegado a Noruega los primeros 15 Renault ZOE que han sido usados como modelos de demostración. Es una primera incursión en el principal mercado del coche eléctrico de Europa, donde curiosamente Renault no estaba presente. Hasta ahora.
El desembarco del compacto francés abre una nueva vía para los noruegos, que tendrán en el ZOE una de las opciones más económicas del mercado. Esto unido a un diseño que ha demostrado su excelente funcionamiento en condiciones de frío intenso, y a la posibilidad de adquirir el coche con la batería en propiedad, hace que los números del ZOE amenacen con alcanzar el sobresaliente.
Todavía tendremos que esperar uno o dos meses para saber el impacto que tendrá el Renault eléctrico en el mercado noruego. Pero podemos hacernos una idea comparándolo con su competencia.
El más cercano en cuanto a precio/tamaño es el Volkswagen e-Up. El urbano alemán está disponible en Noruega por 21.970 euros, que son 470 euros más que el ZOE. El modelo francés además de más económico, dispone de un mayor equipamiento, y además llega con un punto de recarga incluido. A esto podemos añadir que el ZOE cuenta con una batería de mayor capacidad, que le proporciona un 31% más de autonomía frente al e-Up (según ciclo NEDC) con 160 km contra los 21o km del Renault.
El pasado mes de marzo, el e-Up ha logrado entregar 379 unidades en Noruega.
Por su parte el Nissan LEAF juega en otra división. Un compacto con casi medio metro más de largo que el ZOE, y con el que no debería entrar en competencia directa, aunque seguro que también le araña algunas ventas. El LEAF está disponible en Noruega por 27.492 euros. Esto son casi 6.000 euros más que el ZOE.
El LEAF ha logrado entregar 425 unidades el pasado mes de marzo.
A esto podemos sumar que sobre el papel, el ZOE debería absorber las ventas de los trilizos (Mitsusbihi i-MiEV/Citroën C-Zero y Peugeot iOn) que suman 155 unidades en marzo. Entonces con estos datos sobre la mesa, es de esperar que el ZOE alcazará sin problemas las 379 unidades del e-Up, e incluso las 425 del LEAF.
Esto le convertiría en el segundo coche eléctrico más vendido, y posiblemente también se colocaría entre los tres turismos más populares en tierras noruegas.
Lo más importante es que además de un impulso al alicaído programa eléctrico de Renault, alcanzar el éxito en Noruega sería el claro ejemplo de que el sistema de alquiler de baterías es un fracaso, por lo menos como única alternativa comercial.
