Una familia francesa se ha propuesto irse de vacaciones en su coche eléctrico. La distancia a recorrer no es precisamente pequeña, 920 kilómetros.
Tampoco lo es el coche en el que han realizado el trayecto. Un Tesla Model S, dotado además de la batería de 85 kWh. Pero a pesar de los más de 400 kilómetros de autonomía de la berlina norteamericana, la distancia requiere al menos dos recargas, y todo teniendo en cuenta que en Francia todavía no cuentan con supercargadores.
El objetivo era cubrir la distancia que separa las localidades de Villerupt, de Fréjus. Un recorrido durante el cual tendrían que usar la infraestructura que como máximo proporciona 22 kW de potencia para la recarga.
Como decimos, no disponen de los socorridos supercargadores. Con estos, en apenas media hora pueden recuperar unos 270 kilómetros de autonomía. En cambio, unos puntos de 22 kW han necesitado dos largas paradas. Una de 3:15 en la localidad de Dijon, y otra de 2:22 en St. Rambert. En total, 16 horas para recorrer los 920 kilómetros. Un tiempo elevado por culpa precisamente de la infraestructura de recarga.
Lo que si ha logrado es cubrir el recorrido por una pequeña parte del coste de hacerlo en un coche diésel. En total las recargas públicas le han costado a estos propietario 8 euros. El mismo recorrido en un modelo similar con motor diésel le habría costado algo más de 100 euros.
Autonomías según la velocidad
El propietario de este Model S ha publicado una tabla indicando la autonomía estimada según la velocidad. Una velocidad que en el caso de esta prueba ha sido de 88 km/h. Como vemos, la autonomía varía mucho según la velocidad, y puede llegar a los 735 kilómetros a una velocidad de 35 km/h, o bajar hasta los 352 a velocidad de autovía española, 120 km/h.
Vía | Automobile-propre
