Son muchos los compradores que se han encontrado con este problema. Han comprado del Renault ZOE, por ser uno de los modelos más accesibles a nivel económico. Una característica lograda gracias en gran parte al sistema de alquiler de la batería.
Pero con el paso del tiempo, se ha ampliado la oferta en el mercado de los coches eléctricos, y no son pocos los que han decidido vender el ZOE, y dar el salto a otro modelo. El problema es que se han encontrado con uno de los apartados menos comentados y más oscuros del contrato. La penalización por terminar el contrato.
Como casi todos sabemos, a la hora de vender el coche, tendríamos que buscar un comprador que se hiciese cargo del alquiler de la batería. Hasta aquí, todo normal. La cuestión es que incluso aunque vayamos a traspasar el contrato a otro particular, tendremos que abonar una indemnización.
Esta dependerá de lo pronto o tarde que vendamos el coche. Renault tiene unas tablas que indica cual será la cifra a abonar. Algunos particulares en Francia se han encontrado con que la financiera les indicaba que deberían abonar hasta 1.800 euros. Otros bajaban a 1.000 euros, aunque lo normal es una cifra inferior. Todo dependerá de los meses que nos queden de contrato.
La cuestión es que resulta totalmente absurdo, y no sabemos hasta que punto legal, hacer pagar al vendedor una indemnización por el cambio de contrato. No se trata de una rotura del compromiso, si no que la financiera seguirá recibiendo la cantidad comprometida mes a mes.
Hemos enviado un email a Renault España, para ver si nos puede aclarar algo al respecto. Pero está claro que si quieren vender coches, además de permitir seleccionar alquiler o compra de la batería, deberían retirar estas absurdas y oscuras clausulas, que únicamente logran enfadar a unos clientes que se marchan para no volver.
Fuente | Automobile-propre
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