La compra de un coche eléctrico suele ser la opción más lógica a nivel económico. Sólo la necesidad de realizar largos desplazamientos puede hacer que esa decisión no sea la correcta.
Un ejemplo nos llega desde Estados Unidos, donde una familia de clase media ha cogido la calculadora, y ha llegado a la conclusión que comprarse un coche eléctrico era la mejor opción, ya que incluso les permitiría recuperar el dinero invertido.
Después de probar durante un par de años un Nissan LEAF, la familia ha llegado a la conclusión de que no había vuelta atrás en cuanto a volver a conducir un coche con motor de combustión. La decisión estaba tomada, pero faltaba saber que modelo sería el elegido para acompañar al LEAF.
Finalmente después de un par de años ahorrando, han optado por adquirir un Model S 70D. El más económico de los Tesla que cuesta 75.000 dólares y que les permitía tener un coche tanto para el día a día, como ara sus viajes. A este le han podido restar las ayudas públicas, tanto del estado como del gobierno, que suman un total de 13.500 dólares.
Esto ha permitido a la familia pedir un préstamo de 61.500 dólares a seis años, con un tipo de interés muy bajo, 2%. Podrían haber rebajado más el precio, de incluir los 18.000 dólares que les han dado por su viejo Toyota Tacoma. Pero han preferido usar ese dinero en otras cosas.
La financiación supone una mensualidad de 1.100 dólares. El ahorro en cuanto a gasolina y mantenimiento se ha estimado en los 4.000 dólares al año, comparado con los 240 dólares que estiman les costará recargar el Model S para los mismos kilómetros. A esto pueden añadir la disponiblidad de una buena red de recarga pública y gratuita, además de los supercargadores «para los viajes largos».
En 5 años esperan que el ahorro se sitúe en los 20.000 dólares. Entre los 6 y los 10 años, el ahorro en cuanto a gasolina y mantenimientos habrá permitido que el Model S se haya pagado sólo. Un modelo que recordamos tiene una garantía de 8 años sin límite de kilometraje.
Como ellos mismos indican, el ahorro económico es importante a medio plazo. Pero a corto plazo hay otros beneficios como disfrutar de la conducción de un coche eléctrico y su potencia, su silencio y suavidad, su amplio maletero, y además disponer de un maletero frontal donde poder cambiar el pañal de su hijo. Algo impagable.
Ahora el siguiente objetivo de esta familia es realizar una instalación de paneles solares en su casa. Un nuevo paso de cara a ser lo más sostenibles posibles, y también a reducir todavía más su gasto energético.
Vía | Postindependent
