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El Parlamento Europeo retrasa la votación sobre la nueva normativa de emisiones

emisiones

Este pasado jueves el Parlamento Europeo ha decido retrasar la votación sobre la nueva normativa sobre emisiones. Una nueva normativa que entre otras cosas contemplaba un incremento de más del 50% en los límites de emisiones de gases y partículas como los peligrosos óxidos de nitrógeno (NOx).

Ahora la votación sobre esta normativa se retrasará unas semanas. Una dilación que tiene sus raíces en el escándalo de las emisiones de Volkswagen. Este ha provocado la presión de algunos grupos del parlamento que piden que no sólo se incremente la presión sobre los fabricantes, sino que se pongan en marcha sistemas para medir las emisiones y los consumos en condiciones más reales.[blocktext align=»left»]151005153625_auto1_624x351_bbc_nocreditLa BBC demuestra que los coches diésel emiten hasta 5 veces más de lo permitido [/blocktext]

La normativa propuesta ha recibido un fuerte rechazo por parte de la Comisión de Medio Ambiente del propio Parlamento. Pero los partidos de centro derecha han presionado para retrasar esta votación al menos hasta el mes de febrero.

Para el Partido Popular Europeo, el grupo mayoritario en el Parlamento, este retraso permitirá seguir negociando una propuesta que de ser rechazada podría tener efectos muy negativos en la industria automovilística europea. Una industria que tendría que afrontar grandes inversiones para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones de sus gamas.

Por su parte, desde el grupo de Los Verdes, se indica que este retraso no es más que un intento de ganar tiempo para «descarrilar las objeciones» que ha ido creciendo desde el estallido del escándalo de las emisiones de Volkswagen.

Según Rebecca Harms, codirectora del grupo Verde «La intención es evitar que el procedimiento de medición defectuoso de las emisiones de conducción sea rechazado. Esto puede ser en el interés de algunos rezagados de la industria del automóvil, pero claramente no es en el interés de los ciudadanos europeos«.

Ahora queda por ver como se resuelve una lucha de poderes entre la poderosa industria automovilística y los grupos parlamentarios que quieren poner en marcha un sistema más real y fiable de medición de emisiones. Una votación clave que determinará cuál será el camino a seguir por las administraciones europeas en los próximos años.

Vía | Politico

 

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