Según Peter Schwarzenbauer, miembro del consejo de BMW, el fabricante alemán está trabajando en la preparación de una versión eléctrica del Mini.
Según el directivo de BMW, el proyecto está sobre la mesa, y todo depende del desarrollo de la tecnología de las baterías. Unas declaraciones que nos indicarían que la llegada de un Mini eléctrico dependerá en gran medida del resultado que den las baterías de segunda generación.[blocktext align=»left»]
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De momento no deja de ser una posibilidad encima de la mesa, pero una idea que tiene pleno sentido. BMW tiene la tecnología, y el Mini es un coche que se adapta muy bien al espíritu rupturista del coche eléctrico. Este recibiría el sistema de propulsión del BMW i3. Esto significa un modelo con una potencia de al menos 125 kW (170 CV) suficientes para convertir a la versión eléctrica en una de las más rápidas de la gama Mini.
Pero como decimos, la decisión se tomará según el rendimiento y los plazos de llegada de las baterías de segunda generación. Como recordamos BMW tiene un acuerdo con Samsung para el suministro de baterías. Un fabricante que ha presentado hace unas semanas sus nuevas baterías, que incrementan la capacidad en torno al 30%.
Esto supondrá que modelos como el BMW i3 puedan montar packs de unos 30 kWh, suficientes para recorrer en torno a los 250 kilómetros con cada carga. Veremos si estas cifras son suficientes para poner en la carretera un Mini eléctrico.
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Vía | Motoringfile
