Francia cuenta con uno de los programas de incentivos a la compra de coches eléctricos más avanzada y ambiciosa de Europa. Un proyecto que ha permitido a las ventas avanzar con solidez, y que ha creado un marco de estabilidad de lo más interesante para compradores y vendedores.
Pero este próximo año habrá algunos cambios. Como recordamos, en estos momento el interesado en la compra de un coche eléctrico tiene 6.300 euros de ayuda directa. A estos se pueden sumar otros 3.700 euros en caso de entregar un coche diésel con más de 10 años de antigüedad.
El resultado ha sido unas ventas que en un sólo mes superan a las acumuladas en España en todo el año, y también ha permitido a los franceses poder superar en número de matriculaciones a los hasta ahora líderes, Noruega. Un mercado infinitamente más pequeño, pero que hasta ahora podía presumir de ser el primer mercado del coche eléctrico en Europa.
Pero como decimos, Francia prepara cambios, pero no serán drásticos. Según se ha filtrado a la prensa, el bono de 6.300 euros se verá recortado en 300 euros, dejando la cifra en los 6.000 euros. Una cifra para la mayor parte de los protagonistas del sector suficiente para reducir los elevados precios de los vehículos.
Pero en contraprestación el gobierno galo incluirá por primera vez a las motos eléctricas dentro del programa de ayudas. Una reivindicación de un sector que está viviendo un constante crecimiento, que ofrece potenciales beneficios como la reducción de emisiones, pero que hasta ahora no había disfrutado de ninguna ayuda por parte del gobierno.
De momento no se han confirmado las cifras, pero se rumorea que la ayuda podría estar en torno a los 2.000 o 3.000 euros, con un límite del 27% en el precio de la moto o scooter. Una incorporación que se espera sirva también para añadir a los cuadriciclos al programa de incentivos.
¿Y cómo se financiará esto? Pues como hasta ahora, serán los coches más contaminantes los que se encarguen de aportar los fondos para las ayudas. En 2017 el límite de contaminación se bajará ligeramente de los 131 gramos de CO2 por kilómetro a los 127. Unos impuestos que pueden llegar a castigar a los coches más contaminantes con impuestos de hasta 10.000 euros para los que superen los 191 gramos por kilómetro. Curiosamente la misma cifra que hasta ahora podían recibir de ayuda aquellos que se compren un eléctrico y entreguen un diésel.
También se retirará cualquier ayuda a los modelos híbridos. Unos modelos que según el gobierno, ya han cumplido con su misión, y que ahora no recibirán más incentivos de compra. Una mala noticia sin duda para las marcas que han apostado fuerte por este segmento. Se salvan, de momento, los híbridos enchufables, que si no hay cambios mantendrán los 1.000 euros de ayuda.
Un proyecto que tendrá que ser presentado el próximo día 28, donde se publicarán todos los detalles, y que supone un ejemplo de gestión de un programa de ayudas.
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Vía | Lepoint
