El presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump ha anunciado varias veces su intención de disminuir la cantidad de regulaciones que afectan a muchos sectores del país. Algunas de ellas son las relacionadas con los vehículos eficientes y la emisiones de CO2 y gases contaminantes. Sin embargo, la administración Obama no quiere irse sin poner en marcha algunas regulaciones acerca de los vehículos eficientes. Unas regulaciones que no sería nada fácil para Trump echar para atrás rápidamente.[blocktext align=»right»]
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Según Jeff Davis, investigador del Eno Center for Transportation:
«Deshacerse de estas regulaciones no es algo que Donal Trump pueda hacer en un momento el 20 de enero. Buena parte de estas normas pueden estar con nosotros durante mucho tiempo, incluso si la administración se opone a ellas desde el primer día.»
Trump todavía no ha hecho pública su visión acerca de los coches eléctricos todavía, pero si ha dicho que tiene la intención de «traer de vuelta los combustibles fósiles».
Además, Donald Trumo ha puesto al frente de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) a un negacionista del cambio climático, algo que puede hacer que las normativas sobre contaminación y emisiones sean menos ambiciosas.
Mientras tanto, los principales fabricantes de coches están presionando a Trump para que reduzca los requerimientos de consumo de emisiones y consumo de combustible. De hecho, CEO de Ford Mark Fields tendrá una reunión con Trump para pedirle que reduzca estos requisitos.
De todas maneras, a no ser que el congreso intervenga, Trump necesitaría al menos un año para cambiar cualquier ley que Obana esté poniendo en marcha ahora.
Esperemos que la llegada de Trump no suponga un obstáculo para el desarrollo del coche eléctrico en Estados Unidos, algo que también acabaría afectando al resto del mundo.
Fuente | Detroit News
