En los últimos meses hemos visto varias veces como algunas petroleras anunciaban su incorporación a un sector que choca de forma frontal con su modelo de negocio tradicional. Los coches eléctricos. Pero del dicho al hecho hay un trecho, y normalmente estos anuncios se quedan en simples notas de prensa enmarcados en planes de futuro. Pero la petrolera anglo-holandesa Shell se ha puesto manos a la obra.
Shell, en colaboración con el operador holandés Allego, ya ha puesto en funcionamiento la primera de las estaciones, situada en la localidad británica de Warlingham. Un punto de recarga rápida y multiformato, CHAdeMO, CCS Combo y AC a 43 kW, que será el primero de una expansión que ha comenzando por las islas británicas y que luego ampliará sus operaciones a mercados como Holanda y Alemania.
Unas estaciones que se caracterizan por contar con un diseño muy parecido al de las bombas surtidoras de gasolina, que podrán ser utilizadas mediante una tarjeta de prepago que costará 55 euros, y que proporcionará acceso a 102 kWh. Un precio bastante elevado que supone 0.53 euros el kWh. Algo que para un coche con un consumo medio de 15 kWh a los 100 kms, supondría un coste de 7.95 euros.
So @shell branded #EV charging. The tipping point approaches. pic.twitter.com/ypl7kCu4oO
— Dave Davies (@dodavies) 24 de septiembre de 2017
Un mercado el británico donde el precio de la gasolina está en torno a los 1.35 euros el litro, lo que para un coche que tenga un consumo de unos 7 litros a los 100 kms, tendrá por su parte un coste de 9.45 euros cada 100 kms. Por lo tanto aquí, incluso con unos precios elevados seguirá siendo más barato hacerlo en un eléctrico.
Por supuesto una red de recarga rápida que será usada normalmente de forma esporádica por unos usuarios que centran sus recargas en el hogar, donde el precio es mucho más económico. Pero el disponer de un apoyo de un punto rápido es algo muy importante para mejorar la confianza de los conductores menos entusiastas y más pragmáticos.
Desde Shell se ha indicado que todavía están diseñando la estrategia del próximo año, por lo que los precios podrían cambiar, incluyendo planes personalizados para los conductores que no tengan punto en casa, o los profesionales, y vayan a realizar recargas más habituales que podrán acceder a costes más asequibles.
Pero sin duda la parte más importante de la noticia es que la incorporación de un gigante como Shell a este mercado, servirá de incentivo para otras petroleras a dar el paso por el miedo a quedarse atrás. Una bola de nieve que servirá para extender las redes de recarga rápida para coches eléctricos por toda Europa.
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