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BMW también se posiciona para asegurarse un suministro de cobalto para sus coches eléctricos. ¿Cambio de estrategia respecto a las baterías?

La carrera por situarse en el sector del coche eléctrico no se limita a diseños atractivos, motores eficientes y autonomías lo más amplias posibles. También hay una competición en un segundo plano por lograr asegurarse los materiales que dan forma a los vehículos. Especialmente aquellos como el cobalto usado para elementos como las baterías. Una carrera donde grandes nombres como Volkswagen y BMW se han embarcado para no quedarse atrás antes de tiempo.

Precisamente los últimos que han confirmado movimientos ha sido BMW. El objetivo de los alemanes es asegurarse un suministro fiable y constante antes de que los precios se disparen por la imparable demanda que está surgiendo desde las marcas que se están lanzando a la producción de coches eléctricos. Un paso que permitirá a BMW minimizar el previsible salto que tendrán los precios de minerales como el cobalto en los próximos dos o tres años, donde se espera que multiplique su coste en el mercado internacional.

El suministro de minerales como el cobalto será uno de los retos para la expansión masiva de los coches eléctricos

Lo más interesante es que este movimiento podría anticipar un cambio muy importante en la estrategia de BMW, que pasaría de importar celdas de Samsung, a producir sus propias baterías. Una filosofía que es una de las más arraigadas dentro del fabricante alemán que recordamos es de las marcas que más desarrollo interno realiza en sus coches eléctricos.

En el caso del i3 exceptuando las celdas y el sistema de control de las mismas, el BMS, el resto es diseño propio. Desde el motor, hasta el ensamblado del pack de baterías, pasando por la electrónica de potencia y la transmisión. Una estrategia que parece que en breve se podría extender también a las propias celdas.

Otra de las señales de este cambio es la inversión de 200 millones de euros en una nueva instalación de desarrollo de baterías en Munich, que nos indica que algo está cambiando en BMW respecto a las baterías de sus coches, y eso supondría el dejar de depender de terceros para el suministro de uno de los elementos clave de este tipo de vehículos.

Por supuesto no olvidamos el aspecto industrial, y es que con este cambio BMW incrementaría la carga de trabajo en sus plantas europeas en detrimento de las fábricas de los desarrolladores coreanos. Algo que podría sentar un precedente y animar a otras marcas a seguir esta dinámica.

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Vía | Bloomberg

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