¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Un estudio echa por tierra las esperanzas de la industria en los combustibles sintéticos

gasolinera coches electricos

La consultora Cerulogy ha llevado a cabo un estudio independiente acerca de los conocidos como combustibles sintéticos de tipo electrógeno, un tipo de combustible sintético basado en dióxido de carbono y electricidad que se puede llegar a utilizar para hacer funcionar motores de combustión interna como si de gasolina se tratase.

En dicho estudio, Cerulogy realizó una estimación de la electricidad que sería necesaria para crear el combustible sintético necesario para alimentar a la actual flota de vehículos europea. Los resultados fueron desalentadores: la producción de electricidad debería ser 1,5 veces superior a la actual, algo que además supondría una debacle no sólo energética sino también ambiental a no ser que toda la electricidad viniera de fuentes renovables, algo tristemente utópico en la actualidad.

Pillada la segunda generación de coches FCEV de Hyundai con pila de combustible de hidrógeno

Sin embargo, el estudio remarca que para aviación sí que tendría mucho sentido extender el uso de los llamados «electrofuels», pues para alimentar las necesidades de combustible de los aviones europeos para el año 2050 haría falta apenas el 24% de la producción actual de electricidad continental. Una cifra algo más asumible y que abre una interesante veda en el mundo de la aviación, que por otro lado está comenzando a apostar por los sistemas de baterías en algunos prototipos. Compañías como Airbus también confían en la futura electrificación del transporte aéreo.

De acuerdo con la consultora, Europa debería certificar que todos los combustibles sintéticos se obtuvieran mediante el uso de energía eléctrica producida en fuentes renovables y no contaminantes, ya que de esa manera se evitaría la contaminación asociada a la fabricación de dichos combustibles.

Con este estudio disminuyen las esperanzas de ciertos fabricantes en los combustibles sintéticos, como es el caso de Audi, que había llegado a desarrollar incluso diésel sintético. Una idea a todas luces nefasta no sólo a nivel económico, sino también ambiental, pues el diésel tiene unas emisiones de NOx desorbitadas.

Relacionados

Fuente | Transport & Environment

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame