Aston Martin y Rolls-Royce se enfrentan por su visión de como será el coche de lujo del mañana, pero ambos coinciden en que será eléctrico

Rolls-Royce y Aston Martin son dos de las marcas británicas más prestigiosas del mundo. La primera es conocida mundialmente por sus coches de lujo extremo (es conocida como la marca más lujosa del mundo), mientras que la segunda debe su fama a su gama de deportivos de corte gran turismo, refinados, elegantes y veloces (y a James Bond, siendo justos).

A pesar de tener décadas de historia a sus espaldas, ninguna de estas dos marcas se había enfrentado de forma directa, pues sus nichos de mercado estaban muy diferenciados. O por lo menos, hasta hace poco: en el Salón del Automóvil de Ginebra, Aston Martin anunció el relanzamiento de Lagonda como marca de gran lujo 100% eléctrica para competir con Rolls-Royce y Bentley.

Sin embargo, el enfrentamiento ha sido mas directo de lo que cabría esperar: durante el Salón, el jefe de diseño de Aston Martin comparó a Rolls-Royce con «la antigua Grecia», refiriéndose a Lagonda como el futuro del lujo. Algo que no ha sentado nada bien en Rolls-Royce, marca que ya está desarrollando el que será su primer eléctrico de producción, y que ha desencadenado una batalla dialéctica poco digna de sendas marcas de gentlemen drivers.

Según Rolls-Royce, Aston Martin no tiene ni idea de lo que quiere su rica clientela, e incluso insinúa que han copiado ideas de su concepto 103EX de 2016: «Hace dos años, establecimos la agenda para el futuro de la movilidad de lujo«, declaró Torsten Müller-Ötvös, presidente ejecutivo de Rolls-Royce. «Desde entonces, ha quedado claro que otras marcas de automóviles han reconocido nuestra visión, tanto que han adoptado la mayoría de los aspectos, además de los más visionarios y radicales«.

El ejecutivo declaró incluso que según su punto de vista, el anuncio de la resurrección de Lagonda se correspondería más con un intento de levantar expectación antes de una cotización en el mercado bursátil que con una propuesta seria. «Solo los pretendientes se están comportando así, como niños pequeños que están creciendo y que se portan mal. Ese es el tipo de comportamiento, es desafortunado«.

Fuente | Financial Times