Actualmente, la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi es el mayor grupo automovilístico del mundo. El gigante franco-japonés liderado por Carlos Ghosn superó el año pasado las ventas de Volkswagen, Toyota y General Motors, que quedaron relegadas a la segunda, tercera y cuarta posición del ranking global. Todo gracias a la compra de Mitsubishi por parte de Nissan (concretamente, algo más del 30% del total de la compañía), que se integró así en la Alianza.
La Alianza puede presumir, entre otras cosas, de ser el mayor fabricante de coches eléctricos de la historia, con más de 540.000 unidades. Nissan, con más de 300.000 unidades vendidas de su LEAF desde 2010, se coloca así mismo como la marca que más coches eléctricos ha vendido hasta ahora. Esto se ha conseguido gracias a la temprana apuesta del grupo por el coche eléctrico en 2008, cuando nadie lo hacía. Así, entre sus filas podemos encontrar superventas como el Renault ZOE, el Nissan LEAF, la Renault Kangoo ZE, el Samsung SM3 ZE, la Nissan eNV200, el Mitsubishi i-MiEV…
Esta apuesta les ha permitido ser actualmente el único fabricante capaz de obtener beneficios con sus coches eléctricos, así como una experiencia técnica que se traduce en una enorme ventaja competitiva frente a la competencia. Pero el grupo no quiere perder el liderazgo frente al empuje de otras empresas como Tesla y Volkswagen, y por ello realizarán una apuesta sin precedentes por el coche eléctrico de aquí a 2022.
Uno de los puntos donde más se va a enfocar el gigante automovilístico es en los costes. Mediante sinergias, reducirán el precio de los distintos componentes que forman el coche eléctrico, haciendo muchísimo más atractivo el precio y consiguiendo por el camino mayores beneficios gracias al ahorro de costes, tanto de desarrollo como de producción.
La piedra angular de esta estrategia será la plataforma modular CMF-EV. Desarrollada desde 0 para ser 100% eléctrica (al igual que la MEB de Volkswagen), esta avanzada arquitectura será tan flexible que permitirá la creación de coches eléctricos de todo tipo, tanto SUVs como berlinas, desde el segmento B (Renault Clio) hasta el segmento D (Renault Talisman).
Esta plataforma, con las baterías en los bajos y la posibilidad de utilizar un motor eléctrico por eje, será compartida por la inmensa mayoría de coches eléctricos del grupo, lo que permitirá alcanzar antes beneficios. Se estrenará en el año 2019 en el SUV eléctrico de Nissan y en el Renault ZOE de segunda generación.
Los coches eléctricos del grupo compartirán también baterías, motores, inversores… Todo será común. Así, es bastante probable que aspectos como la carga provengan de Renault (que ya ha anunciado que combinarán la carga en corriente alterna de hasta 22 kW con carga rápida en corriente continua en formato CCS Combo), mientras que los motores podrían ser de origen Nissan dado el buen resultado y la alta potencia que se consigue en el LEAF.
Las baterías seguramente sean de origen LG Chem, ya que Nissan ha vendido sus acciones en AESC, lo que supondría disfrutar de un sistema de refrigeración no pasivo y de unas celdas que han mostrado una excelente resistencia a la degradación, como puede verse en el caso del ZOE. De hecho, el nuevo LEAF de 60 kWh podría comenzar a montar dichas celdas a finales de año (a pesar de que la plataforma siga sin ser la nueva CMF-EV).
Otros aspectos, como las actualizaciones OTA o el sistema multimedia avanzado, serán también compartidos por los coches eléctricos de la Alianza. Sin embargo, no todos los coches eléctricos del grupo se podrán beneficiar de estas sinergias.
El ejemplo más claro lo tendremos en el Renault Kwid eléctrico. Un modelo que se debería presentar el año que viene y que estará destinado a países emergentes como China o la India. Este pequeño modelo se basará en la plataforma CMF-A de combustión debidamente modificada, y dada su vocación low-cost, no compartirá demasiados componentes con sus refinados hermanos occidentales.
También es de esperar que las furgonetas del grupo (Kangoo ZE, Master ZE, eNV200) se sigan basando en furgonetas de combustión y no utilicen la CMF-EV, si bien es probable que las baterías y los motores sean compartidos con los turismos del grupo.
