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Ahora no Permitir

Por qué es casi imposible robar un Tesla

No hay ninguna marca que se libre de que los amigos de lo ajeno se lleven una determinada cantidad de coches lejos de sus propietarios. algo que afecta de forma significativa a los coches de lujo, y de lo que no es inmune Tesla. Pero curiosamente la tasa de robos del fabricante norteamericano es bastante baja, y lo que es más llamativo, casi todos los sustraídos se logran recuperar.

Como es normal, el número de Tesla robados ha ido incrementándose según lo hacía la producción. En 2011 sólo se ha registrado un robo. Y eso que hablamos de cuatro años después del inicio de la producción del Roadster.

Pero el número comenzó a crecer según lo hacía la producción, con 6 unidades en 2013, 15 en 2014, 9 en 2015, 28 en 2016, 57 en 2017, y 23 desde enero a junio de este 2018.

Lo más llamativo de todo es que de todos estos Tesla robados, casi en su totalidad han sido recuperados posteriormente. Todos excepto 3, incluyendo el primero sustraído en 2011 y del que no se ha vuelto a saber nada desde entonces.

Esto lleva la tasa de recuperaciones de Tesla casi hasta el 100%. Una cifra que podemos comparar con el 58.4% que promedia la industria en mercados como el de Estados Unidos.

Entre los motivos está que todos los vehículos de Tesla llevan un sistema de localización por GPS. Algo que facilita a las autoridades dar con el coche de forma rápida. Otro factor que esgrimen los expertos en seguridad es que es complicado para los ladrones poder realizar grandes desplazamientos con un coche eléctrico. Algo que provoca el tener que realiza paradas para las recargas, lo que dificulta el poder trasladar el coche a otras zonas, y facilita la detención del ladrón. Un incentivo para no afrontar la operación.

Otro de los aspectos que mantienes a los ladrones lejos de Tesla es precisamente la pequeña cantidad de vehículos en la carretera. Muchos delitos se cometen para hacerse con piezas de repuesto para vender en el mercado. Elementos como los asientos, bolsas del airbag..etc. Pero hay muy pocos coches en la carretera, y por lo tanto la demanda de piezas sigue siendo baja.

Algo que cambiará con la llegada del Model 3, que seguramente viva un repunte de los robos debido a su volumen de producción, que supera en mucho a la lograda por el Model S y X.

Por ejemplo, en 2016 Tesla entregó 76.000 unidades, 103.000 en 2017. Sólo en el segundo trimestre de este año se ha llegado a las 53.339 unidades, lo que junto con la escalada de producción de Model 3, supondrá que este año se logre un récord de entregas de la familia Tesla, y que es estima supondrá un incremento exponencial en el intento de robo.

Pero como vemos, incluso aunque logren acceder al vehículo y arrancarlo, lo más difícil vendrá luego cuando intenten llevárselo a un lugar seguro para su despiece. Una operación compleja por las características de un coche eléctrico, y que como vemos hasta ahora se ha convertido en territorio prohibido para los ladrones.

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