El día 5 de octubre se aprobó un Real Decreto (15/2018) mediante el cual se ha eliminado de forma definitiva el gestor de carga: una figura creada durante el gobierno de Zapatero que buscaba agilizar el despliegue de puntos de carga del país, pero que tuvo el resultado contrario, al ser los trámites para convertirse en gestor de carga largos y complejos.
Un gestor de carga es (o más bien era) un agente que, siendo consumidor de energía eléctrica, está habilitado para su venta si está destinada a la recarga de vehículos eléctricos. Numerosas empresas se han convertido en los últimos tiempos en gestores de carga para poder ofrecer servicios de carga a coches eléctricos; sin embargo, la existencia de dicha figura hacía muy lenta la expansión.
De acuerdo con AEDIVE, gracias a esta medida «queda completamente liberalizado el mercado para que cualquier consumidor pueda vender energía destinada a la recarga del vehículo eléctrico, aunque cumpliendo ciertos requisitos que marcará el Gobierno y sobre los que AEDIVE trabajará con la Administración». Por lo tanto, gracias a este Real Decreto probablemente el despliegue de puntos de carga en centros comerciales, restaurantes y otros establecimientos comience a producirse más rápidamente.
Ahora, falta que el Congreso convalide el Real Decreto; sin embargo, la mayor parte de grupos parlamentarios se han mostrado favorables a lo largo de los últimos tiempos a esta medida, por lo que salvo sorpresa de última hora debería seguir hacia delante. De acuerdo con AEDIVE, llevan siete años trabajando para eliminar la figura del gestor de carga, por lo que este logro es todo un triunfo para ellos.
Por otro lado, con este Real Decreto se favorece enormemente el autoconsumo energético. Por un lado, se han simplificado los trámites burocráticos y técnicos requeridos, como por ejemplo la inscripción en un registro para aquellas instalaciones no superiores a 100 kW. Por otro, se reconoce el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores, lo que permitirá aprovechar las economías a escala.
Además, también se reconoce el derecho a autoconsumir energía eléctrica sin peajes ni cargos. Queda por lo tanto derogado el cargo que se imponía al autoconsumidor por la energía generada y consumida en su propia instalación, el denominado «impuesto al sol» que tanta polémica ha levantado en los últimos tiempos en nuestro país.
Por último, y como medida de choque ante la subida del precio de la luz, el Real Decreto suspende el impuesto del 7% a la generación eléctrica, e introduce una exención en el Impuesto Especial de Hidrocarburos para desactivar el «céntimo verde», pensando para desincentivar el uso de fuentes de energía ligadas a hidrocarburos: de acuerdo con el gobierno, el céntimo es trasladado a los precios finales de la electricidad, pues tecnologías como el gas fijan los precios en el mercado mayorista.
Fuente | BOE
