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Tesla inicia el trimestre con fuerza con 11.500 coches producidos en octubre, pero parece desistir de acelerar la producción de forma importante a corto plazo

Tesla ha iniciado el trimestre con la fuerza habitual que hemos podido ver en el cierre del pasado ejercicio. Una señal de que la última parte del año traerá si nada lo impide, un nuevo récord de coches fabricados.

Según fuentes internas de Tesla en declaraciones al portal Electrek, en los primeros días de octubre, no especifican hasta cuándo, han podido fabricar un total de 11.500 unidades, de las cuales 7.400 corresponderían al Model 3. Algo que nos indicaría que el más económico de la gama se habría acercado a las 5.000 unidades semanales en este inicio de trimestre.

Esto despejaría las dudas que había cuando se presentaron los datos del anterior trimestre, donde Tesla había logrado una última semana con 5.300 unidades del Model 3. La mejor marca lograda hasta el momento, y que muchos dudaban si lograría mantener. Algo que a falta de confirmación con los datos oficiales, parece que si está consiguiendo.

De todas formas estos datos tienen otra lectura, y es que Tesla no logrará alcanzar su objetivo de llegar a las 10 mil unidades semanales a finales de año o principios del próximo. Algo que posiblemente tenga que esperar un tiempo más. Una marca que ha sido de momento abandonada para centrarse en la rentabilidad y en solidificar los actuales ritmos de producción.

Ahora queda por ver si antes de terminar el año Tesla es capaz de no sólo mantener sus actuales cifras, sino aumentarlas ligeramente. Algo clave para facilitar la expansión internacional de las ventas del Model 3, que a principios de 2019 debería dar sus primeros pasos. Algo de lo que depende en gran medida el conseguir ese extra de unidades semanales que además mejore la economía de escala.

La conclusión es que posiblemente no veamos grandes incrementos de producción, pero a cambio si veremos un balance de final de año donde por fin Tesla debería lograr beneficios. Una señal positiva que animará a los inversores, servirá para reducir la tensión producida por los problemas de Elon Musk con el regulador bursátil norteamericano, y facilitará las nuevas expansiones de los de Palo Alto.

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