¿Cuales serían las consecuencias de una alianza entre Daimler y Tesla?
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Publicado: 08/11/2018 10:29
Hace diez años, Daimler (Mercedes-Benz) se hizo con el 9% de Tesla, una operación que sirvió para que la marca californiana recibiese una inyección de liquidez (50 millones dólares); además, el gigante alemán ayudó a la por entonces pequeña empresa americana a cumplir con los requisitos del Departamento de Energía de Estados Unidos para acceder a la línea de créditos, lo que supuso la entrada de 465 millones de dólares que sirvieron para la puesta en marcha de la fábrica de Fremont.
A pesar de que al poco tiempo Daimler vendió sus acciones en la compañía, los de Palo Alto ayudaron a los alemanes en el desarrollo del primer coche eléctrico de producción de Mercedes-Benz, el Clase B 250 e. Este modelo fue una primera y tímida incursión por parte de la marca de la estrella en el mercado del coche eléctrico, pero fue retirado el año pasado por sus bajas ventas y por la pronta llegada de la nueva gama EQ al fabricante alemán.
Hace unos días, el director ejecutivo de Daimler, Dieter Zetsche, afirmó que no descartaba que en el futuro su compañía volviera a colaborar con Tesla. Recordemos que actualmente uno de los proyectos prioritarios de Daimler es la anteriormente mencionada gama 100% eléctrica EQ: en 2020 Smart sólo venderá modelos EQ, y Mercedes-Benz ha confirmado ya cuatro modelos para antes de 2021 (EQA, EQB, EQC, EQS).
¿Qué consecuencias podría tener esta supuesta alianza estratégica para ambas empresas? A nivel tecnológico, está bastante claro que la gran beneficiada sería Daimler: sus sistemas de conducción autónoma, hasta el momento, no han conseguido alcanzar el elevado nivel de desarrollo del Autopilot de Tesla; y su SUV eléctrico EQC ha decepcionado a muchos por su conservadora propuesta técnica (80 kWh de batería, unos 450 km de autonomía bajo el poco realista ciclo de homologación NEDC).
Tampoco hay que olvidar que la marca alemana podría llegar a un acuerdo para que sus vehículos pudieran utilizar la red de Supercargadores de Tesla, algo que les daría una gran ventaja estratégica frente a Audi y BMW y que permitiría a Mercedes-Benz lanzar coches con baterías menores y más rentables, pues gracias a la red sus clientes no tendrían range anxiety.
Desde un punto de vista económico, Tesla sería la que más podría ganar: más allá del espaldarazo que supondría tener detrás a un grupo como Daimler, algo que probablemente los mercados valorarían muy positivamente, podrían comenzar a compartir componentes y materiales con Mercedes-Benz, algo que reduciría los costes de producción. Además, la marca americana podría aprender de la amplia experiencia de Daimler fabricando coches para mejorar su productividad y la calidad de sus vehículos.
Llegado el caso, ambas empresas podrían incluso llegar a desarrollar conjuntamente una plataforma modular eléctrica que pudieran usar tanto Tesla como Mercedes-Benz en sus modelos, algo que les permitiría un ahorro de costes enorme. ¿Llegará a darse esta situación en algún momento? Si bien Daimler parece deseosa, Tesla no aparenta tener demasiado interés por el momento.