En Francia la compra de un coche eléctrico es un operación bastante más fácil que en España a nivel económico. A la mayor renta media de los galos, hay que sumar un programa de ayudas serio, bien dotado y que permite que las ventas no paren de crecer. Pero en algunas regiones esto no e suficiente, y a la vista de los graves problemas que supone la contaminación en sus carreteras, están poniendo en marcha programas complementarios.
Es el caso del Métropole du Grand Paris. Una estructura administrativa de cooperación que cubre la ciudad de París y sus suburbios más cercanos, cuya administración ha confirmado la puesta en marcha de un sistema de ayuda a la compra de coches eléctricos que busca además retirar de la carretera los modelos más contaminantes con un Plan Renove.
Este supondrá la entrega de 5.000 euros. Un dinero que se puede acumular a las ayudas del gobierno central, que recordamos llega a los 6.000 euros, y que podrá usarse tanto para la adquisición de un coche eléctrico, así como de un híbrido enchufable, o un modelo a hidrógeno.
La ayuda tiene un tope de hasta el 25% del precio de compra del vehículo, con un máximo de 5.000 euros en la adquisición, y tendrá un coste máximo de 50.000 euros. Para beneficiarse de la ayuda, será necesario reemplazar un vehículo privado o industrial que se haya mantenido durante más de un año y que se haya registrado por primera vez antes:
- 1 de enero de 2006 si es un vehículo diésel, siempre que no esté sujeto a impuestos sobre los ingresos; De lo contrario, antes del 1 de enero de 2001;
- 1 de enero de 1997 si es un vehículo de gasolina.
También es posible beneficiarse de la ayuda para la sustitución del vehículo térmico por una moto eléctrica o un cuadriciclo (siempre en el contexto de una compra, un arrendamiento a largo plazo o un alquiler con opción de compra). ), o incluso una bicicleta eléctrica que solo debe cumplir con la regla de contar con una batería de litio.
De esa forma París y su área metropolitana continúan con sus esfuerzos para reducir las horrorosas cifras de emisiones contaminantes, procedentes en su mayor parte de vehículos diésel. Según un estudio realizado por la Agencia Nacional de Salud de Francia, en 2016 la contaminación del aire ha sido responsable cada año de 48.000 muertes registradas en el país. Una contaminación de la que el transporte tiene gran parte de la culpa.
Motivos más que de sobra para poner todos los medios necesarios para lograr reducir lo antes posible estas cifras de emisiones.
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Vía | AVERE
