La empresa de análisis de fabricación de productos Munro & Asociados se dedica a desarmar automóviles nuevos pieza por pieza para el estudio de sus métodos de montaje y posterior análisis de cara a mejorar la eficiencia del diseño del vehículo y del proceso de ensamblaje del mismo. En esta ocasión, el elegido es un Tesla Model 3 que esta pequeña empresa se ha encargado de desarmar hasta el último tornillo.
Los expertos de Munro con su creador a la cabeza, Sandy Munro, estuvieron un total de 6.600 horas dentro de un almacén en Detroit analizando este modelo tan exitoso de la compañía californiana. Tesla cuenta con la mejor tecnología del mercado en un automóvil eléctrico, con unos márgenes de ganancias potenciales que otros fabricantes podrían envidiar. Pero estos posibles beneficios se echan a perder debido a un diseño que deja que desear y una fabricación totalmente ineficiente.
Sandy Munro es un admirador de la marca, sobretodo de su tecnología, por lo que envió a la compañía de forma gratuita una lista con 227 mejoras para su Model 3. Pero la conclusión de todos los errores detectados se pueden resumir en una frase lapidaria: «Si este automóvil se fabricara en otro lugar y Elon Musk no formara parte del proceso de fabricación, ganarían mucho más dinero. Solo están aprendiendo de todos los viejos errores que otras compañías ya cometieron hace años«.
El fundador de la empresa Munro señala algunos ejemplos de un diseño totalmente ineficiente del Model 3. Por ejemplo, el arco inferior del vehículo es de acero y aluminio diseñado para aumentar la seguridad y rigidez, pero el pack de baterías ya se encuentra en el piso y aporta esta seguridad y rigidez necesaria, por lo que se está haciendo un vehículo más pesado y caro sin obtener mejoras sustanciales.
Por otro lado, el piso del maletero está hecho de varias piezas unidas con remaches y puntos de soldadura en lugar de una pieza de fibra de vidrio más ligera y barata como ya utilizan el resto de fabricantes. También el hueco donde se alojan las ruedas traseras cuenta con nueve piezas de metal remachadas selladas o soldadas en vez de utilizar una única pieza de acero estampada, más ligera, barata y sencilla de producir.
Desde el fabricante de automóviles no se ha querido hacer declaraciones al respecto, solo se han referido a una nota de prensa en la que aseguran que la línea del Model 3 ha mejorado desde que se construyó la unidad probada por Munro y que «aunque siempre hay espacio para mejorar, nuestros datos ya muestran que la calidad del Model 3 está mejorando rápidamente«.
Munro apunta a que el Model 3, con un diseño y fabricación bien planteados, podría tener unos márgenes de beneficio del 30%, llegando al 10% en las versiones más baratas. Estas ineficiencias están socavando los esfuerzos de Elon Musk para generar ganancias, que ya apunta a que en la segunda mitad de este año la compañía tendrá una pérdida operativa de 1.200 millones de dólares.
La unidad analizada por Munro se trataba de una versión cuyo coste fue de 50.000 dólares, que la empresa estimó en 34.700 dólares de coste de producción. Una versión más barata se podría fabricar por menos de 30.000 dólares, al mismo coste que un Chevrolet Bolt eléctrico o un BMW i3.
Ya en el mes de abril, Munro publicó un informe preliminar señalando a grandes rasgos los defectos del Model 3, a lo que el responsable de Tesla, Elon Musk, respondió con una llamada para hablar personalmente con Sandy Munro. El analista advirtió de que el Model 3 era «pesado, demasiado caro e innecesariamente complicado de fabricar«, a lo que Musk respondió que ya había despedido al responsable del diseño del vehículo.
Como apuntes futuros, Munro señala que Tesla «debería replantearse si necesita realmente a 10.000 personas trabajando en la fábrica a pesar de fabricar hasta sus propios asientos«. También destaca la «excesiva automatización de la planta«, aspecto en el que Elon Musk está de acuerdo debido a los numerosos problemas que ha tenido con los sistemas de transporte automatizado por el interior de la factoría. Si se corrigen estos aspectos, unido a la gran ventaja tecnológica que tiene la marca frente a sus rivales, Tesla podría aumentar considerablemente sus beneficios y mejorar la calidad de sus productos.
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Vía | Automotive World
